El alcalde de Huelva pide la dimisión del líder del PSOE y dice que es un "cáncer" para la ciudad
"Javier Barrero tiene que dimitir, tiene que dejar la política porque él es un cáncer para Huelva". Así de rotundo apareció el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez (PP), para salir al paso de las acusaciones que Javier Barrero, secretario general del PSOE en la provincia, vertió el martes, en las que señalaba al regidor como autor "de las llamadas a prostíbulos y teléfonos eróticos descubiertas en enero". Rodríguez se salió de su norma no escrita de no intervenir directamente en este debate y compareció ayer ante los periodistas. Rodríguez confió ayer en que el llamado caso de los móviles "no tendrá repercusiones electorales" en los próximos comicios municipales. Sin embargo, reconoció que, "aunque este tema se aclarará, el daño ya está hecho porque ha sembrado dudas en la ciudad".
El alcalde de Huelva afirmó presenta la querella criminal contra Barrero por un presunto delito de injurias y calumnias, porque sus servicios jurídicos consideran que "las acusaciones de Barrero no sólo perjudican a mi persona, sino que también lo hacen al máximo representante de los onubenses, que es el alcalde". La querella se presenta ante el Tribunal Supremo, al ser Javier Barrero aforado, por ser diputado a Cortes.
El alcalde, que apareció ante los periodistas muy serio, salpicó el discursó que leía con prolongados y dramáticos silencios. Rodríguez se atuvo a la explicación oficial dada tras la investigación interna que realizó el Ayuntamiento después de que el escándalo saltase en enero a los medios de comunicación: el autor de las llamadas fue un conductor del coche del alcalde. "Ante la gravedad de las acusaciones, solicito el amparo del ministerio fiscal para que actúe de oficio, porque no se puede ofender a un alcalde sin tener la más mínima prueba y a sabiendas de que lo que se está diciendo es una pura mentira", dijo Pedro Rodríguez.
El alcalde del PP afirmó que las declaraciones de Barrero habían sobrepasado los límites de "la libertad de expresión y de crítica". Señaló que como alcalde había tenido que soportar, a lo largo de 11 años de mandato, muchas críticas. "Pero otra cosa es soportar una mentira que afecta directamente contra mi dignidad, mi honor y el de mi familia (...) Todo tiene un límite".
Por su parte, Javier Barrero reiteró ayer sus afirmaciones y recordó que éstas se basan en documentos, "como los de un funcionario, en el que se afirma que durante mucho tiempo se ha llamado desde el teléfono del alcalde a líneas eróticas y varios concejales también lo han hecho a números de esta condición, además de descargarse juegos y melodías. Eso es una malversación de fondos públicos". Barrero reiteró que la explicación dada por el Ayuntamiento de que fue el chófer quien llamó a los prostíbulos no se la cree, "porque nadie conoce el expediente que se le abrió al conductor. No ha habido ninguna transparencia en este tema". Barrero pidió al alcalde que "explique lo que pasó a los ciudadanos e impute las responsabilidades adecuadas".
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