"Yo todavía no sé quién es House"
La tercera temporada de la serie House ha arrancado en Estados Unidos consiguiendo un récord de audiencia para la cadena estadounidense Fox, con cerca de 20 millones de espectadores. En los estudios donde se ruedan las historias del peculiar médico y sus ayudantes no hay un minuto de respiro. Catorce horas de trabajo diario ininterrumpido, aceleradas lecturas de guión, capítulos que se graban simultáneamente, dos platós en permanente transformación y un actor que está presente en cada una de las escenas: Hugh Laurie, el vitriólico doctor Gregory House. Laurie (Oxford, Reino Unido, 1959), ganador de un Globo de Oro por este papel, conversó con un equipo de Cuatro para el especial House unplugged, que la cadena emite esta noche (21.55).
"Creo que la serie y el guión son buenísimos", cuenta el actor. "Los casos médicos son muy interesantes y la serie es divertida, pero hay muchísimas series buenas, muchas series divertidas que no tienen éxito. Así que no sé por qué ésta ha tenido suerte. Es como un relámpago. Simplemente hemos sido afortunados".
Algo parecido a un relámpago pero vía fax le alcanzó a él en un rodaje en Suráfrica. "En el hotel había un fax y un día recibí tres páginas del guión de una serie de televisión. Sólo leyendo esas tres páginas supe que la serie iba a estar bien, que era un personaje fantástico, pero no pensé que fuera el protagonista", recuerda ahora. "Hasta que no recibí el libreto completo no me di cuenta de que House era el centro. Porque la serie no se llamaba House, el guión no tenía título. Ésa fue la gran sorpresa, percatarme de que toda la serie giraba en torno a mi papel".
Laurie, que lleva toda la vida haciendo televisión, sabe que el gran misterio de House no son los casos médicos, sino su personaje. "El espectador siempre está intentando descubrir quién es House, y una vez que lo sepa se habrá terminado. Así que espero que aún no haya una respuesta. Bueno, puede que en algún momento la haya, pero en este momento no. Yo todavía no sé quién es House".
La crítica estadounidense, al conocer al doctor, lo describió como el personaje más magnético de la televisión. Un médico arrogante, sarcástico y brutalmente honesto. "En última instancia le interesa más la verdad que la aprobación de la gente, porque la verdad es lo que, finalmente, va a salvar vidas", explica Laurie. "La verdad, una verdad científica y ética, eso es lo importante. Es importante en la vida y en la muerte. Él sabe eso, y piensa que eso es lo más importante que le puede aportar a sus pacientes".
El actor vive entre las cuatro paredes del hospital del que apenas sale House. "Estoy en este edificio todo el día, de 14 a 15 horas diarias. Soy muy feliz aquí, pero no conozco nada de Hollywood", se lamenta. "Todos esos jacuzzis y bailarinas y todo eso... No he podido ver nada, es una verdadera lástima", bromea.
Y en el poco tiempo de ocio del que dispone se sube al ring. "Una vez a la semana voy a boxear. Es muy bueno para el espíritu. Creo que es muy beneficioso hacer algo para sentirte torpe. Realmente, no importa el qué. Todo lo que nos hace sentir patosos nos hace ser humildes y eso es muy bueno para el alma", concluye Laurie.
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