Todos los teléfonos en uno

La telefonía del futuro no distinguirá desde donde se hace la llamada. Las grandes operadoras de telecomunicaciones se han propuesto integrar la telefonía fija y móvil, aunque con soluciones distintas. Bonos de llamadas, tarifas planas, planes de precios especiales pretenden ofrecer al consumidor el valor de la movilidad pero con las tarifas de la telefonía fija, mucho más baratas.

La propuesta que más ha llamado la atención es el teléfono dual, un terminal que funciona como fijo en el hogar o en la oficina y como móvil cuando se sale a la calle. Su éxito, sin embargo, está todavía por ver. BT Fusion, el híbrido de British Telecom, se lanzó en junio de 2005, y nueve meses después apenas llegaba a los 30.000 clientes. Deutsche Telekom, France Télécom y TeliaSonera también han puesto en el mercado sus terminales duales. En España, la pionera será Orange (la antigua Amena), que dispondrá de su teléfono Único en diciembre.

La principal duda que suscitan estas soluciones convergentes nace del temor de los operadores de que la migración de sus clientes de móviles, mucho más rentables, hacia estas ofertas haga disminuir su rentabilidad. Con un mercado de telefonía tradicional en claro declive -el 17% de los hogares prescinde ya del fijo y este año por primera vez los minutos de tráfico de móvil superarán a los de fijo-, el empaquetamiento de servicios (llamadas de fijo y móvil, Internet y televisión) parece ser la única solución para los operadores tradicionales.

Una visión completamente distinta a la que tienen las operadoras celulares, que creen que la sustitución del teléfono fijo por el móvil es imparable. Operadoras como Vodafone y O2, filial de Telefónica, consideran mejor discriminar las tarifas que cobran a sus clientes según llamen desde el hogar o desde el exterior, que ensayar con nuevos terminales.