Aumenta el rechazo al urbanismo del Consell

La opinión de los valencianos sobre la política urbanística y de ordenación del territorio del Consell sigue empeorando. Con una nota media del 2,56, la gran mayoría de los valencianos considera que las actuaciones del Ejecutivo popular relacionadas con el urbanismo ha ido a peor. Un 21,9% cree que la situación es muy mala (15,3% hace un año); un 14,1% califica esta política de mala (13,2% en 2005) y el 27,5% de regular.

Tan sólo un 1,7% se atreve a calificar de muy buena la política urbanística del Consell, que un 18,2% considera que es buena. Agrupando las respuestas en buenas y malas, un 36% reprueba las políticas de la Generalitat en esta materia mientras que un 19,9% las defiende.

El consejero responsable de la cartera de Territorio, Esteban González Pons, obtiene una puntuación de 4,49 puntos -hace un año logró un 4,97-. Nota inferior a la de su antecesor en esta cartera y ahora consejero de Sanidad, Rafael Blasco, que aunque tampoco logra el aprobado, es valorado con un 4,6 -4,98 logró en 2005-.

La percepción de los valencianos sobre las políticas de urbanismo y ordenación del territorio del Consell empeora en las tres provincias valencianas.

El suspenso de González Pons y Blasco no es excepcional. Suspenden todos los miembros del Consell, a excepción de su presidente Francisco Camps. Si en el sondeo realizado el año pasado, los encuestados salvaron con un aprobado al consejero de Agricultura, Juan Cotino; al de Infraestructuras, José Ramón García Antón, y al vicepresidente Víctor Campos, este año los suspenden. El resto de consejeros, algunos de los cuales rozaban el aprobado, se alejan de él y se hunden en el suspenso. El farolillo rojo del año pasado, que era la consejera Gema Amor deja el puesto y se lo cede al titular de Administraciones Públicas, Miguel Peralta, al que siguen muy de cerca Justo Nieto (Empresa y Universidad) y Milagrosa Martínez (Turismo).

Entre todas las calificaciones, los que salen mejor parados siguen siendo Cotino y García Antón y la titular de Bienestar Social, Alicia de Miguel, que escala hasta sustituir en el tercer lugar del año pasado al vicepresidente Víctor Campos.

La percepción que tienen los valencianos sobre los consejeros no coincide exactamente con la que tienen sobre los servicios que presta la Generalitat. Así, para los valencianos lo que mejor funciona es el turismo, con un 19,6%, que tiene mejor valoración entre los votantes socialistas y de Esquerra Unida que entre los del PP. Tras el turismo, los valencianos tienen una mejor percepción de la sanidad (17,1%). El resto de servicios que presta la Generalitat se hunden en la valoración que les otorgan los valencianos. Educación (4,5%) y Bienestar Social (4,2%) no alcanzan el 5% de las respuestas. Las infraestructuras siguen con un 3,5% y por debajo del tres se quedan el resto de servicios desempeñados por las consejerías.

En el sondeo destaca el hecho de que un 9,6% considera que la Generalitat no presta bien ningún servicio y el 27,5% no sabe cuál de ellos funciona mejor.