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La mesa de partidos sigue bloqueada por la pretensión de Batasuna de abarcar Navarra

Los líderes del PSE y de la izquierda 'abertzale' confirman que aún están muy lejos de un acuerdo

La pretensión de Batasuna de que la mesa de partidos vascos abarque a Navarra, y de que su resolución final recoja su reclamación del derecho a decidir, bloquea las conversaciones de los partidos vascos para asentar las bases de la citada mesa. Las conversaciones se impulsaron hace un mes y las fuentes consultadas estiman que tardarán aún muchas semanas en lograr un acuerdo. Ayer, el dirigente de Batasuna Pernando Barrena admitió que las conversaciones se han intensificado el último mes, pero definió la situación de "grave bloqueo y grave crisis".

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Las conversaciones para constituir la mesa de partidos vascos han tenido un impulso en el último mes, con una intensificación de los contactos a dos bandas entre las tres fuerzas políticas más importantes del País Vasco: PNV, Partido Socialista de Euskadi (PSE) y la ilegalizada Batasuna, dada la autoexclusión del PP.

La finalidad de dichas conversaciones es llegar a un acuerdo de bases sobre su funcionamiento, la metodología y los objetivos de la mesa de partidos, que pretende renovar el actual marco jurídico, el Estatuto de Gernika. Todos los partidos vascos tenían en su agenda como objetivo temporal la creación de la mesa de partidos para este otoño.

Batasuna ha introducido un cambio en la hoja de ruta en la parte política del proceso, al condicionar su legalización al logro de un preacuerdo. Todo ello ha obligado al PNV y al PSE a conducir las conversaciones en el terreno de la informalidad y a postergar su constitución formal a la legalización de Batasuna. El PSE sigue defendiendo que no es posible formalizar las relaciones con Batasuna mientras no sea un partido legal.

Corrientes políticas

En esas condiciones, los partidos vascos han experimentado, en las reuniones de este mes, avances en el funcionamiento y la metodología de la mesa. Son cuestiones formales que no presentan mayores dificultades, como el número de representantes de los partidos en la mesa -previsiblemente, dos-; una presidencia rotatoria, que dejaría fuera al lehendakari, y alguna cuestión de mayor trascendencia, como la manera y las mayorías necesarias para adoptar los acuerdos resolutivos, de tal modo que participen las dos grandes corrientes políticas de Euskadi, la nacionalista y la no nacionalista.

Las dificultades entre los partidos vascos han llegado a la hora de fijar los objetivos. Así, Batasuna, en reivindicación de la "territorialidad", pretende que una sola mesa de partidos abarque a la comunidad autónoma vasca, a la navarra y al País Vasco francés. Pero el PNV y el PSE se muestran contrarios a dicha propuesta y plantean, como alternativa, que pueda haber una mesa de partidos que se corresponda con cada Parlamento autónomo.

Otra de las dificultades de fondo consiste en que Batasuna pretende que los partidos vascos le ofrezcan garantías de que la resolución final de la mesa recoja su reivindicación del "derecho a decidir". El PSE y el PNV defienden, alternativamente, que cada partido presente en la mesa sus objetivos y allí se debatan sin predeterminar su final. El PSE pondrá sobre la mesa su propuesta de reforma del Estatuto de Gernika y el PNV presentará las líneas maestras del plan Ibarretxe.

Ante este panorama, el portavoz de la ilegalizada Batasuna Pernando Barrena, reconoció ayer, en una rueda de prensa en San Sebastián, que, aunque estas semanas se han multiplicado los encuentros "bilaterales" entre los partidos vascos con el fin de desbloquear el proceso, no ha producido aún ningún avance en la actual situación, que definió como de una "grave crisis y un grave bloqueo".

De este modo contundente, el dirigente abertzale desmentía que se hubieran producido avances constatables en las discretas conversaciones bilaterales que se llevan a cabo estas semanas. "Nosotros hablamos con todos, salvo con PP y UPN y la derecha francesa, y no somos los únicos en hacerlo", admitió Barrena para ilustrar su denuncia de que el optimismo de determinadas informaciones obedece a una política de "filtración periodística interesada y no colocada con buena intención".

Barrena culpó directamente al PSE del bloqueo y dijo que es "el obstáculo permanente para que no haya avances". Para el dirigente de Batasuna es la actitud de los socialistas lo que imposibilita que los partidos vascos "sienten las bases de lo que debe ser la mesa de resolución", en alusión directa al obligado "preacuerdo" que reclaman insistentemente como única fórmula para desbloquear la situación.

"Igualdad de condiciones"

"El desbloqueo requiere un compromiso firme, constatable, para la mesa de resolución que es la que tiene que dibujar el modelo de transición de este país para que todos los proyectos tengan igualdad de condiciones", aclaró Barrena. Aseguró, asimismo, que en el ámbito político vasco no se percibe que los socialistas vascos muestren "voluntad política real" para abrir un diálogo "resolutivo" y se negó a poner plazos de duración al bloqueo en que está inmerso el proceso. "Para hablar de plazos hay que preguntar al PSE", despejó. Pero también reconoció que todas estas dificultades no significan que "se ha roto el espacio de interlocución".

El PSE confirma la situación de bloqueo, rechaza fijar plazos para un acuerdo y desdramatiza el desacuerdo en un proceso que ha interiorizado como "largo, duro y difícil", Así, José Antonio Pastor, portavoz del PSE, dijo que había "contactos", pero precisó que "es prematuro afirmar que esas gestiones darán resultado", aunque no pierde la esperanza de que pueda llegarse a un acuerdo "antes de fin de año". "Lo importante es que las cosas se hagan bien y no cuánto se tardan en hacer", añadió. Y reclamó "tranquilidad, paciencia y confianza".

Respecto al debate sobre la legalidad, Barrena fue ayer poco flexible y dijo que, si fue el Estado el que decidió mover todo el ordenamiento jurídico para dejar fuera de él a Batasuna, corresponde "a quienes movieron la legalidad" restituir la condición legal de la izquierda abertzale.

En todo caso, Batasuna pretende presentarse a las elecciones municipales de mayo y, para ello, tiene "varias fórmulas previstas" para su legalización. Pero, previamente, pretende que los partidos vascos lleguen a un acuerdo de bases sobre la mesa de partidos. Posteriormente, Batasuna se legalizaría para participar con normalidad en ese foro, una vez que se constituya formalmente.

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