El Príncipe expresa en EE UU el "orgullo" español de pertenecer a la comunidad latina
Don Felipe de Borbón, príncipe de Asturias, estará mañana en la Casa Blanca para celebrar el mes de la herencia hispana, con la participación del presidente Bush y de líderes latinos de EE UU. En una visita de tres días a Washington, marcada por la voluntad de presentar a España como referencia y factor aglutinador en esa comunidad, el príncipe dijo anoche en una cena de gala con el Instituto del Caucus Hispano del Congreso que los españoles "sentimos un legítimo orgullo de pertenecer a ese mundo y de sentirnos cercanos, unidos por cultura, por valores".
La comunidad hispana, detalló, "cuenta con el mayor respeto y admiración del pueblo español", porque "compartimos raíces culturales, que son la columna vertebral de nuestra identidad, independientemente de nuestros orígenes nacionales". "Estoy hablando", añadió, "de una identidad que va más allá de las fronteras nacionales, de una comunidad transnacional con una impresionante herencia histórica, artística, lingüística y cultural".
Don Felipe abrió su estancia en su Universidad, la de Georgetown, donde estudió dos años a mediados de los años 90. En la inauguración de la Biblioteca Española de la Cátedra Príncipe de Asturias de Georgetown, disculpó la ausencia de la princesa de Asturias por su embarazo y celebró que numerosos españoles estudien en el centro y se extienda "la conciencia del lugar que ocupa España en Europa y en el mundo, especialmente por lo que se refiere a sus relaciones con América Latina y EE UU".
La España del siglo XXI
El hispanista Stanley Payne habló antes de los logros y retos de la España del siglo XXI. Payne, autor de libros sobre la historia de España, la guerra civil y el régimen de Franco, dijo que "los desafíos nacionales e internacionales de España son quizá los más grandes de los países europeos occidentales", tras repasar algunos de sus problemas: la fuerte caída de natalidad, el debate autonómico, ("los nacionalismos radicales, que nunca podrán estar satisfechos") y la actividad de "una extrema izquierda favorable a una segunda transición".
Posteriormente, y en conversación con un grupo de periodistas, Payne dijo que en España hay élites políticas muy críticas hacia la transición ("hablamos de la extrema izquierda, de algún sector del PSOE y los comunistas, y del nuevo movimiento republicano") y añadió: "Hasta ahora no han creado grandes dificultades, pero no sabemos qué es lo que va a pasar en el futuro; una segunda transición sería desastrosa para España. Una cosa es la reforma de la Constitución y otra un cambio brusco del sistema; eso sería desastroso". Dijo también que "la experiencia española con las repúblicas ha sido desastrosa, y el que piense que una república puede solucionar los problemas españoles merecería estar en un manicomio". Payne señaló que "España está en un trance complicado", aunque "no hay que ser muy pesimista", porque "la España actual tiene muchas ventajas, posibilidades y recursos".
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