Madonna viaja a Malawi para visitar sus proyectos para huérfanos del sida

La cantante estadounidense Madonna, cuya gira finalizada hace unos días en Japón convocó a manifestantes y manifestaciones de signos contrarios y con la intervención de diversas personalidades y hasta obispos en la polémica, llegó ayer a un país pobre del África austral para visitar algunos de los proyectos que ella financia en favor de la infancia más desfavorecida. Madonna aterrizó en Lilongwe, la capital de Malawi, con el fin de visitar proyectos para niños huérfanos del sida en un país duramente castigado por esta pandemia. Llegó en un avión privado en una visita privada "para ver ella misma sobre el terreno diversos programas que ella financia para niños desfavorecidos", declaró Andrina Mchiela, alta funcionaria del Ministerio de la Mujer.

"Ella insiste sobre el carácter estrictamente privado de su visita a Malawi" porque "no quiere llamar la atención sobre ella misma, se quiere concentrar en los programas que ella financia" en favor de los niños desfavorecidos y en particular los huérfanos del sida, añadió Mchiela. La célebre cantante y actriz norteamericana ha donado cinco millones de dólares (unos 3,9 millones de euros) en diversos proyectos, entre ellos la construcción de un orfelinato en Mchinji, distante unos 115 kilómetros al este de Lilongwe, la capital del país.

Madonna podría visitar también la población de Mphandula, a casi cincuenta kilómetros de la capital donde proyecta construir un centro de educación y alimentación infantil para asistencia de estas víctimas del sida en un país en el que se estima que padecen la enfermedad unas 900.000 personas de una población total de entre diez y doce millones de habitantes. Y donde, según las cifras oficiales, fallecen unos 70.000 adultos al año debido a este mal. Según Andrina Mchiela, unos dos millones de niños en Malawi están considerados como "vulnerables" y posibles seropositivos; de ellos tres cuartas partes han perdido a sus padres víctimas del sida y para la alta funcionaria ministerial la situación de estos niños se acerca al punto crítico.

En un país donde apenas hay televisores y aparatos de radio y donde la mayoría no conoce las canciones de Madonna, la cantante -que tiene dos hijos, Lourdes, de nueve años, y Rocco, de cinco- "podría adoptar" uno o dos niños, dice Mchiela, "para ofrecerles una vida mejor y una educación".