Laurent Fabius
Viajero desde la ortodoxia capitalista hasta el izquierdismo
El que en su momento fuera el primer ministro más joven de Francia, ha recorrido a sus 60 años el espectro político del socialismo de un lado al otro. Si en julio de 1984, con tan solo 37 años, tras el fracaso del programa común de la izquierda, François Mitterrand le encargaba inyectar una buena dosis de ortodoxia capitalista a una Francia que hacía aguas, ahora se ha convertido en el candidato del ala izquierda del partido, el único que abiertamente hace llamadas a las demás formaciones de izquierdas.
Hijo de uno de los más importantes marchantes de arte de Francia, fue el introductor en el modelo fiscal francés del llamado impuesto sobre las grandes fortunas, algo que muchos interpretan en clave freudiana. Alumno de la Escuela Nacional de la Administración (ENA), la fábrica de élites de la República, ha tenido algunos tropiezos sonados en el ejercicio del poder, como el hundimiento por los servicios secretos franceses del Rainbow Warrior, el barco de la organización ecologista Greenpeace.
El fin del mitterrandismo le dejó fuera del Gobierno. Tras la derrota socialista de 2002 se transformó. La campaña del referéndum sobre la Constitución europea en la primavera de 2005 le sirvió de lanzadera. Pese a que el PS hizo campaña por el sí, Fabius se convierte en el líder del no.
Gana el no, y los militantes no le perdonan ahora la traición. Las encuestas le sitúan en la última posición, ningún sondeo le da más de un 7%. Aunque ahora quede descartado, su posición será clave a la hora de la verdad, cuando se ofrezca como puente hacia el resto de la izquierda francesa.
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