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Los niños dejan de ir a clase en La Vila por los barracones

Los escolares piden explicación al alcalde del PP por su situación

Sólo unos 20 alumnos de los más de 400 matriculados en el Colegio Público Doctor Esquerdo de La Vila Joiosa (Marina Baixa) fueron ayer a clase. Los padres acordaron dejar de llevar a sus hijos al centro educativo como medida de protesta por el "ninguneo" del Ayuntamiento y la Consejería de Educación, que han tolerado el inicio del curso en las aulas prefabricadas sin terminar y con problemas de agua y luz.

Los padres se concentraron ayer en las puertas del colegio con los niños, y después realizaron una marcha de protesta hasta el Ayuntamiento, con pancartas, silbando y coreando consignas alusivas a su situación. La marcha de protesta se repetirá todos los días y los padres no llevarán los niños al colegio hasta que sus peticiones hayan sido atendidas. Una vez en el Consistorio presentaron una instancia por registro municipal en la que solicitan "que las obras y deficiencias existentes en el colegio sean subsanadas". También exigen que el Gobierno local pruebe con "documentación" que en la fecha de inicio del curso escolar el pasado 11 de septiembre "cumplían con toda la normativa para proceder al inicio de las clases".

Entre 400 y 500 personas, la mayoría de ellos alumnos de primaria, pidieron sin éxito al alcalde, José Miguel Llorca, que les recibiera en una manifestación improvisada que cortó durante varios minutos la carretera N-332. Tras esperar más de media hora en las puertas del Ayuntamiento un grupo de escolares entró en el Consistorio a empujones pidiendo explicaciones al alcalde sobre la política educativa, aunque no fue necesaria la intervención de la Policía Local para que cejaran en su empeño.

La caótica situación de este centro educativo trasladado a un solar colindante con unas obras y con todos sus alumnos en barracones provocó la semana pasada la dimisión en bloque del equipo directivo del centro y de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos. El Ayuntamiento de La Vila, del PP, y la dirección territorial de Educación decidieron trasladar a los niños a esta zona por la situación de ruina del antiguo edificio, en el centro de la ciudad, tras varios años en los que se ha mantenido paralizado el proyecto de construcción del nuevo edificio, que tenía asignado un solar municipal en el mismo barrio. Durante todo el curso pasado la comunidad escolar realizó múltiples concentraciones de protesta ante esta parálisis en las obras que fueron desatendidas por los responsables políticos.

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