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Reportaje:MINORÍAS

Los aborígenes reconquistan su tierra

La población autóctona australiana gana una batalla legal por la propiedad histórica de Perth y su entorno

La tribu nyungar ha logrado esta semana una victoria histórica para las reivindicaciones de los aborígenes australianos. El juez Murray Wilcox, del tribunal federal de Australia Occidental -el mayor Estado de Australia-, reconoció que los nyungar son los propietarios tradicionales de unos 6.000 kilómetros cuadrados de tierra sobre la que se asienta Perth, la capital del Estado. La sentencia, que no afecta a las viviendas y negocios que tengan un título privado de posesión, convierte a esta tribu en propietaria de todas la tierras públicas, incluidos los parques y la playa, y da derecho a los miembros de la tribu a desarrollar en ellas sus actividades tradicionales de pesca, caza, acampada o culto.

Los autóctonos apenas son el 2,3% de la población. La sentencia abre el camino a otras tribus a reivindicar sus derechos sobre ciudades como Sidney y Melbourne

La población aborigen australiana apenas alcanza el 2,3% del total -unas 460.000 personas de los 20 millones de habitantes de la isla continente-. La sentencia abre el camino a otras tribus a reivindicar sus derechos sobre ciudades como Sidney y Melbourne.

El primer ministro australiano, John Howard, tras expresar su "seria preocupación" por la sentencia, indicó que su Gobierno estudia unirse al recurso que tiene previsto presentar el fiscal general de Australia Occidental.

Esta batalla legal tiene su origen en 1992, fecha en que el Tribunal Supremo australiano reconoció la titularidad de los nativos sobre las tierras antes del primer asentamiento europeo -los británicos desembarcaron en la isla continente en 1788-. Hasta entonces, los colonizadores eran los únicos con derechos, ya que decían haberse instalado en terra nullius (tierra de nadie). A los aborígenes ni siquiera se les permitió inscribirse en el censo poblacional hasta 1967, en que hubo una reforma constitucional que equiparó sus derechos a los de los demás australianos.

"Es absolutamente extraordinario", declaró el líder aborigen Noel Pearson al conocer la decisión del juez Wilcox.

La sentencia de Wilcox señala que los nyungar son los propietarios tradicionales de toda la zona que reclaman, en total, unos 200.000 kilómetros cuadrados del suroeste de Australia, pero no extiende la titularidad de la tierra más que sobre los 6.000 kilómetros cuadrados de Perth y sus alrededores. Wilcox no descartó proseguir con la demanda y hacerlo en un futuro.

El juez se basó en la sentencia del Tribunal Supremo que otorga a los aborígenes el derecho a reclamar la titularidad sobre determinados terrenos siempre que puedan demostrar una relación "estrecha y continuada" con éstos. Lo que significa que los nyungar han logrado mantener sus costumbres tradicionales a pesar de que los blancos se establecieron en la zona en 1829, fecha de la fundación de Perth. Según el fiscal general de Australia Occidental, Philip Ruddock, la decisión del juez puede tener graves consecuencias en la vida diaria de los habitantes de Perth. Los aborígenes podrían cobrar por el uso de los parques, las playas y los bosques que rodean la ciudad.

Sin embargo, Glen Kelly, jefe del Consejo Territorial Aborigen del Suroeste, señaló al diario Sydney Morning Herald que los nyungar no pretenden ocupar el patio de nadie. "Lo que queremos es el reconocimiento de nuestros derechos y que obtengamos con ello un mayor acceso a la educación y a los negocios".

Los aborígenes viven generalmente en las zonas más remotas de Australia, y en su mayoría tienen un acceso difícil a la educación, el empleo y la sanidad, además de sufrir una grave dependencia del alcohol y las drogas.

Aunque en 1993 se promulgó la Ley de Derechos Territoriales Aborígenes y se han ganado ya diversas reclamaciones, los indígenas siguen todavía sin tener derecho privado sobre la tierra, es decir, no tienen capacidad de venderla o hipotecarla porque la titularidad es de las tribus.

Los aborígenes pertenecen a diversas tribus de etnias muy distintas que llegaron durante la época de las glaciaciones -hace entre 40.000 y 60.000 años-, en que el descenso de las aguas permitió la formación de pasillos terrestres que conectaron el continente con los archipiélagos del sur y éstos con Australia.

Un grupo de danza de aborígenes australianos, durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2000 en Sidney.
Un grupo de danza de aborígenes australianos, durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2000 en Sidney.AP

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