El PSC de Salou pide que todos los partidos participen en la aprobación de las licencias de obras mayores
La avalancha de casos de presuntas irregularidades en el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Salou ha hecho reaccionar al PSC, principal partido de la oposición, que exigirá que, a partir de ahora, todas las licencias de obra mayor se debatan y aprueben en la comisión municipal de Urbanismo, integrada por todos los grupos municipales. Hasta ahora, estas licencias las aprueba exclusivamente el área de Urbanismo, bajo la supervisión del hijo del alcalde, Esteve Ferran Gombau, el edil responsable de la citada concejalía.
En la práctica, que las licencias de obra mayor se debatan en una comisión integrada por todos los grupos supone restar a Esteve Ferran Gombau una de sus atribuciones.
Antoni Banyeres, portavoz municipal socialista, argumentó ayer que con esta medida todos los grupos dispondrían "de toda la información" sobre cualquier bloque de pisos u otra obra que el consistorio autorice. De esta forma, según Banyeres, la oposición tendría acceso a los detalles de los proyectos, lo que evitaría situaciones como la polémica concesión de un geriátrico. Gobierno y oposición dieron luz verde por unanimidad a un proyecto que autoriza a la concesionaria a construir y explotar durante 75 años un geriátrico de 120 camas, 77 apartamentos, 2 restaurantes, cuartos trasteros y aparcamientos en una parcela de 9.000 metros cuadrados de suelo público a cambio de un canon anual de 9.000 euros.
Banyeres asegura que "en ningún momento" de la autorización de la concesión el equipo de gobierno explicó que estos apartamentos podrían venderse o alquilarse, lo que implica un beneficio añadido a la concesionaria al haber construido los pisos en un suelo "casi regalado".
El viernes, un día después de un pleno municipal en el que la oposición puso de relieve la "irregularidad" de la concesión del geriátrico, el alcalde decidió paralizar las obras de los 77 apartamentos. En concreto, frenó la concesión de la licencia de obras del bloque de pisos, previsto en la misma parcela que el geriátrico pero separado de él por una zona verde y con acceso por una calle distinta. "Nunca hubiéramos votado a favor si lo hubiéramos sabido", asegura Banyeres. El geriátrico no está afectado por la decisión del alcalde, y su construcción seguirá adelante. Los apartamentos paralizados aún no han comenzado a construirse, pero la concesionaria ya los ha empezado a comercializar y ya hay clientes que han efectuado un primer pago.
CiU, en el gobierno, y ERC e ICV desde la oposición, han pedido el cese del hijo del alcalde por el caso del geriátrico y porque compró una finca rústica en 2000 por 30.000 euros y la vendió en 2004 por 506.000 tras ser recalificada la zona.
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