Precisiones

Con relación a los recientes acontecimientos políticos en Tailandia, deseo escribirle para aportar a sus lectores una visión lo más completa posible acerca de la actual situación política en el país.

Si bien la intervención militar puede ser percibida como un retroceso para la democracia en Tailandia, indicadores previos señalan que el país necesitaba tomar este paso para impulsar nuestra democracia, por lo que el respaldo popular a la intervención ha sido abrumador (un 84%). Además, la situación en Tailandia, y su capital, Bangkok, es de calma total y con la seguridad de siempre.

Este apoyo social no debería ser interpretado como que nuestro pueblo ha dado la espalda a la democracia, todo lo contrario. Consciente de este sentimiento popular, el Consejo para la Reforma Democrática ha afirmado que devolverá el poder al pueblo tailandés en breve plazo, y que acelerará el proceso de reforma democrática que, desafortunadamente, no pudo desarrollarse plenamente bajo el anterior Gobierno.

En apenas dos semanas se concluirá un borrador de Constitución provisional, se formará una Asamblea Constituyente para elaborar la nueva Constitución y el Consejo transferirá todo el poder a un primer ministro civil, el cual nombrará a un Gobierno para gestionar el país. Esperamos que unas elecciones generales libres y limpias puedan tener lugar dentro de un año, si no antes.

Solicitamos a los amigos de Tailandia su comprensión, pues a pesar de la reciente intervención, el respeto por los derechos humanos, junto con la fe en los principios democráticos, permanecen muy cerca de nuestro corazón, y seguiremos la senda de la reforma democrática para el mayor progreso sostenible de nuestra gente.