La plaza más bella de La Mancha
Que la plaza Mayor de esta villa toledana es la más bella de España es algo que, como todo lo que va en gustos, admite discusión. Que es la que tuvo una inauguración más sonada, no. A la corrida que en ella se celebró con tal motivo no sólo asistió Felipe IV, sino que, además, mató un toro. No lo hizo de una manera muy ortodoxa, sino desde el palco real, de un vil arcabuzazo. Pero eso al pobre animal le dio lo mismo. Y lo que es al rey...: si hubiese tenido algún remordimiento, allí estaba su confesor, fray Francisco Sánchez Grande, que era de Tembleque.
La plaza Mayor de Tembleque -la más hermosa de La Mancha, con permiso de la de Almagro- es cuadrada, con columnas de granito y doble galería de madera en cuyos antepechos aparece la cruz de Malta, recuerdo de cuando la villa fue propiedad de la orden de san Juan de Jerusalén. En el flanco norte está el Ayuntamiento, también del siglo XVII, y descollando al mediodía, ya en la vecina plaza de la Orden, la iglesia renacentista de La Asunción. Los fines de semana, para más belleza, se cierra al tráfico.
Dos calles -la de Gracia y la del Convento- forman el espinazo de esta villa pulquérrima, de casas de un blanco nuclear, en las puertas las mujeres haciendo corrillo ya desde primera hora, mientras el abuelo quita con una paleta las hierbas que crecieron por la noche en la acera inmaculada. Una villa perfectamente llana, como la tierra de pan que la rodea, donde se ve una sola colina con dos molinos.
Lo que más hay, con diferencia, son ermitas. Está la de la Veracruz, rehabilitada como biblioteca, al inicio de la calle de Gracia. La de la Purísima, allende la casa-palacio de las Torres, en una placita encantadora. La del Loreto, la del Rosario, la de San Antón... Y, la más querida de todas, la del Cristo del Valle, que se alza a 15 kilómetros de la villa, junto al embalse de Finisterre. Es un santuario grande, del más puro estilo barroco, en tierra ya de olivos, todo lo cual, más que a un lugar de La Mancha, recuerda a Andalucía.
Cocina típica y de autor
- Cómo ir. Tembleque (Toledo) está a 94 kilómetros de Madrid yendo por la carretera de Andalucía (A-4). Hay autobuses de Aísa (902 198 788), que salen de la Estación Sur (Méndez Álvaro).
- Alrededores. En La Guardia (a 10 kilómetros): santuario del Santo Niño. En Villacañas (a 17 kilómetros): casas-cueva, Museo de la Tía Sandalia y lagunas. En Mora (a 25 kilómetros): fortaleza de Peñas Negras, del siglo XI, y Museo del Aceite.
- Comer. El Mirador de La Mancha (925 14 50 30): cordero lechal asado y platos típicos manchegos, 22 euros; Venta de Tiembles (925 14 52 34): crujiente de verduras y parrillada de mariscos, 30 euros. El Portón (925 14 55 15): cocina de autor en un pequeño comedor, 50 euros.
- Dormir. El Balcón de La Mancha (925 14 58 49): casa rural con vistas a la iglesia y a la plaza Mayor; doble, 40 euros. Aldonza (686 95 28 27): casa de alquiler para ocho personas, con sauna, 160 euros al día. Casas del Conde (Villanueva de Bogas; 670 27 84 24): antiguos pabellones de caza en un alto desde el que se domina el castillo y los olivares de Mora, entre 70 y 120 euros por casa y día.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.