El movimiento ciudadano de Valencia se une contra el auge "salvaje" de la construcción

Aproximadamente 15 asociaciones se reunieron ayer en la plaza del Ayuntamiento para anunciar su decisión de unirse en torno a la nueva coordinadora Acción y Reflexión Ciudadana de Valencia y denunciar, a través de un pleno alternativo, la gestión urbanística y ambiental realizada por las administraciones en Valencia, que "viene facilitando el crecimiento salvaje de la construcción y el agotamiento de recursos naturales". El colectivo censuró la política de gasto en grandes proyectos y la falta de recursos públicos para satisfacer las demandas en áreas como la sanidad y la educación.

Pidieron transparencia y participación vecinal para modificar el PGOU

El movimiento ciudadano ya tiene un único nombre: Acción y Reflexión Ciudadana. Asociaciones como Abusos Urbanísticos No, Afectados por la Clínica Virgen del Consuelo, Salvem Tabacalera y Compromís pel Territori conforman la nueva coordinadora que pretende "ganar una mayor fuerza reivindicativa frente a la administración y crear un espacio de reflexión sobre el modelo de la ciudad", tal y como afirman fuentes de la organización.

Alrededor de 130 miembros de esta agrupación, bautizada ayer durante la celebración del segundo pleno alternativo, denunciaron con la lectura de un manifiesto y pancarta en mano que el desarrollo urbanístico que vive la ciudad de Valencia es incompatible con la protección del medio ambiente y las necesidades sociales, culturales, sanitarias y económicas de los ciudadanos. Estas reprobaciones se concretaron básicamente en cinco exigencias. En primer lugar, pidieron la paralización inmediata de todos los proyectos de modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1988 que no se acuerden con la ciudadanía y que no se desarrollen con la debida transparencia informativa. También solicitaron la promoción de viviendas públicas dignas y asequibles para la ciudadanía, con una atención especial a las personas con menos recursos como los jóvenes y los inmigrantes. Otra de las reivindicaciones fue la redacción de una nueva Carta de Participación Ciudadana que asegure la colaboración de los valencianos en los procesos de elaboración de las políticas públicas. Finalmente, pidieron la confección de un plan de dotación de servicios e infraestructuras públicas que priorice las necesidades mayoritarias de la población de los diferentes barrios y el cumplimiento por parte de los responsables municipales de los compromisos contraídos con los ciudadanos.

El pleno alternativo que, entre otras cosas, fue convocado por la "dificultad" de acceder a los palcos del hemiciclo municipal, según admitió María Dolores Canet, portavoz de la asociación Afectados por la Clínica Virgen del Consuelo, siguió los mismos pasos que la cita plenaria de los viernes: intervenciones, resoluciones y mociones y ruegos y preguntas.

Un minuto de silencio en memoria de las víctimas del accidente de metro de la línea 1, acaecido el pasado 3 de julio, dio el pistoletazo de salida a la convocatoria. Entonces, los representantes de cada una de las asociaciones allí presentes pasaron por la palestra para explicar sus problemas y reivindicaciones al resto de los asistentes.

El cambio de ubicación de la subestación eléctrica de Patraix ante el riesgo que esta podría suponer para la salud de los vecinos, la preservación de todo el complejo industrial del edificio de Tabacalera o la suspensión de la licencia de actividad de la Clínica del Consuelo fueron algunas de las reclamaciones que salieron del megáfono. En realidad, fueron prácticamente las mismas exigencias que ya se reclamaron en el primer pleno alternativo, celebrado el 28 de abril.

El punto y final llegó tras las votaciones y la aprobación de todas las mociones presentadas. Entonces, los participantes se dispusieron a emprender una marcha alrededor del edificio consistorial.