Del cayuco a la sierra de Madrid

Vienen de Gambia y Malí, viajan en cayuco y, tras una escala de 40 días en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Tenerife, acaban de aterrizar en un municipio de la sierra de Madrid.

"Les acogemos 15 días después de que salgan de los CIE, les damos ropa y lo necesario para el aseo y les ayudamos a contactar con familiares o amigos", explica Enrique Sánchez, coordinador del programa de acogida de Movimiento por la Paz.

El pasado 5 de septiembre, la Secretaría de Estado de Inmigración llegó a un acuerdo con las organizaciones no gubernamentales para aumentar el número de plazas en los centros de acogida. Movimiento por la Paz pasó entonces de ofrecer 60 plazas a disponer de 250.

Los 60 que llegaron ayer se suman a los que ya llevan algunos días en el centro y para todos, el protocolo es el mismo. Después de darles comida y ropa, lo primero que les explican es lo que significa la orden de expulsión que traen bajo el brazo, aunque muchos ya saben lo que hay. "Algunos comentan cómo Europa está endureciendo las leyes de extranjería, y cuando fue el debate sobre el estado de la nación, uno me preguntó si España iba a cambiar sus políticas", asegura Sánchez.

Unas nociones básicas de español -casi todos hablan francés, "y algunos ni eso"- y un billete para reunirse con sus familiares. "Les acompañamos y nos aseguramos de que no se quedan en la calle". Si a alguno le surgen problemas o no conoce a nadie, los 15 días se prolongan, aunque por lo general "ninguno pasa más de cinco días en el centro".