Barcelona es la cuarta ciudad preferida por los ejecutivos europeos para abrir sus negocios

Barcelona es el cuarto centro de negocios preferido por los directivos europeos, según el informe de la consultora Cushman & Wakefield (C&W) European cities monitor, que analiza las 52 principales urbes del continente. Los ejecutivos señalan a la capital catalana como la ciudad con mejor calidad de vida y valoran la relación calidad-precio de su parque de oficinas, pero lamentan la falta de una buena red de telecomunicaciones y de mejores conexiones internacionales. Londres, París y Francfort encabezan esta clasificación, y el ascenso de Barcelona desplaza a Bruselas a la quinta posición.

El informe de C&W se elaboró a partir de entrevistas a 507 directivos europeos pertenecientes a todos los sectores de actividad que fueron elegidos entre las 15.000 mayores empresas del continente. Londres y París siguen siendo los dos grandes centros de negocios de Europa, con un lugar en el baremo muy superior al de Francfort y Barcelona. "Hace 15 años era impensable alcanzar este lugar", aseguró el socio director de la oficina barcelonesa de C&W, Oriol Barrachina.

La mejor baza de la capital catalana es su calidad de vida, un apartado que lidera desde hace cinco años. No es el principal motivo por el que una empresa abre una delegación en una zona, sostuvo Barrachina, pero sí es un criterio que se valora cuando hay buenas infraestructuras y los costes empresariales son asumibles. A modo de ejemplo, Barrachina anotó que en su oficina trabajan 35 empleados de nueve nacionalidades. "Y tengo la intranet llena de gente de otros países que hace cola para venir", agregó.

Para los directivos europeos, Barcelona es la ciudad en la que más han mejorado las condiciones para instalar un negocio. Según el informe, el acceso a los mercados de proveedores y clientes es bueno, puesto que en este caso permite llegar a las principales regiones mediterráneas. El marco político y fiscal también es favorable, y la marca Barcelona como centro de negocios es una de las más reconocidas del continente. De hecho, el 30% de las empresas consultadas tienen una de sus sedes en Barcelona. Sólo tienen más centros en París y Londres.

Buena movilidad interna

Hay otros dos aspectos en los que la ciudad destaca: la movilidad y el parque de oficinas. Los ejecutivos europeos señalan que las dimensiones de la ciudad son accesibles con la red de transporte público. "Hay una gran oferta de restaurantes, tiendas y ocio en un espacio de tamaño relativamente manipulable. El tiempo para ir del paseo de Gràcia al aeropuerto, por ejemplo, es menor que en Londres", argumentó Barrachina. El parque de oficinas, que se descentraliza hacia zonas con edificios nuevos, como el 22@ y la Gran Via de L'Hospitalet, también les resulta atractivo. "Cuando alguien decide dónde implantar su negocio, es la segunda variable de coste que analiza, después de los salarios", afirmó. Hay metros cuadrados de sobras, pero sin sobreoferta y con una buena relación calidad-precio, indicó Barrachina.

Pero no todo son elogios. La capital catalana pincha en tres de los cinco aspectos que más aseguran tener en cuenta las empresas europeas para abrir una delegación o sede en una ciudad. La calidad de las telecomunicaciones, opinan los directivos consultados, todavía debe mejorar mucho. En este aspecto, Barcelona desciende de la decimotercera a la decimonovena posición, lo cual significa que ha sido adelantada por ciudades como Düsseldorf, Leeds, Hamburgo o Birmingham. "No es determinante para que las empresas dejen de venir, pero una ciudad reconocida no puede tener la percepción de ser la decimonovena en esta materia", lamentó Barrachina. El socio de C&W añadió que el 22@ no ha servido para paliar este déficit. "Si miramos las firmas que se han instalado en el distrito, veremos que hay compañías de seguros, de alimentación, financieras... Es cierto que tienen componentes tecnológicos, como cualquier empresa, pero no conforman una unidad específica, sino muy diversa", añadió.

Tampoco está en el top ten de las centros de negocios con más profesionales cualificados y sus ciudadanos no son los que mejor dominan las lenguas extranjeras. Otro factor en contra es la falta de conexiones internacionales de transporte. Según Barrachina, éstas mejorarán con la llegada del tren de alta velocidad y la ampliación del aeropuerto de El Prat.