El proceso hacia el fin del terrorismo

Batasuna dice que la declaración de ETA no cuestiona el alto el fuego

El responsable de temas internacionales de la ilegalizada Batasuna, Joseba Albarez, aclaró ayer que el comunicado de ETA leído el sábado en Aritxulegi (Oiartzun, Guipúzcoa) por tres encapuchados armados, en el que afirmaban que continuarán su lucha armada hasta la independencia, "no pone en tela de juicio el alto el fuego" declarado por la banda seis meses antes. Albarez hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en Ginebra.

Aunque precisó que corresponde "a ETA y no a Batasuna aclarar" el sentido de estas declaraciones, Albarez recordó que hace medio año ETA declaró un alto el fuego permanente que está siendo verificado por una comisión. Y se mostró convencido de que el acto del pasado sábado en Oiartzun "no pone en tela de juicio" el proceso.

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Según el dirigente abertzale, Batasuna no tiene vocación de ser una fuerza política "clandestina e ilegal" y, por supuesto, quiere estar presente en las elecciones municipales del 2007. Pero añadió que, mientras no se cambie la Ley de Partidos, hace falta un "compromiso político global" que sirva a la vez para dar inicio al proceso negociador y para legalizar a su formación.

Escenificación patética

El portavoz de la ejecutiva nacional del PNV, Iñigo Urkullu, calificó de "escenificación patética" la aparición de los tres encapuchados "tratando de condicionar" la actividad de la izquierda abertzale que, según dijo, está "más necesitada que nunca de hacer política". Y añadió que el PNV mantiene la confianza de que Batasuna ha hecho una apuesta clara por la política.

El PNV y Batasuna fueron las dos formaciones que no se pronunciaron el domingo sobre el incidente de Aritxulegi. Pero ayer hizo una interpretación positiva al afirmar Urkullu que el proceso "no es reversible por mucho que ETA, o una parte de ETA, quisiera volver a las andadas". Y añadió que la base social de la izquierda radical vasca no asumiría "una vuelta atrás".

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