El sello español se impone en los vehículos de Nissan

"Hay que ser fuerte en algo", proclamaba la semana pasada en Alemania el consejero director general de Nissan en España, José Vicente de los Mozos, con la satisfacción en el semblante de quien ha dado al fin con la solución a un problema que se resistía en el tiempo. No es para menos. El fabricante de automóviles japonés se plantó en el Salón Internacional de Vehículos Comercial e Industriales de Hannover, el más importante del mundo del sector, con cuatro novedades.

Tres de ellas salen de las dos factorías que el grupo nipón tiene en España: la renovada furgoneta Primastar (Trafic para Renault y Vivaro para Opel) en la Zona Franca de Barcelona, la nueva gama de camiones Atleon y el nuevo camión ligero Cabstar, ambos en Ávila. El Cabstar es además el primer modelo que Nissan fabrica fuera de Japón antes de asignarlo a otras plantas.

Éste es el mejor botón de muestra del vuelco que ha dado la situación de Nissan en España. "Hace tres años se estaba estudiando echar el cierre", recuerda De los Mozos. "Hoy es una base importante para nuestro negocio industrial", respalda el vicepresidente mundial responsable de la división de vehículos comerciales e industriales, Andy Palmer, que seguramente desconoce que la Guardia Civil tiene la mayor flota Nissan de Europa, con 7.000 vehículos.

En contraste con la mayoría de fabricantes españoles, con apuros para saturar las plantas, las líneas de Nissan echan humo. El máximo ejecutivo de la compañía nipona en España recuerda que de las instalaciones barcelonesas saldrán este año más de 182.000 vehículos, su capacidad máxima, aunque en función de los modelos pueden producir 200.000. Serán 78.500 furgonetas, 5.300 Terrano, en producción desde hace década y media, 30.800 Pathfinder y 67.600 Navara (la versión pick-up o ranchera). El todoterreno es el vehículo "con más valor añadido que jamás se ha producido en España", recordó De los Mozos.

La puesta en marcha de los todoterreno de última generación ha permitido la creación de 1.500 empleos en dos años en la capital catalana, hasta alcanzar una plantilla de 3.200 personas; y ante la gran demanda, la dirección no ha tenido más remedio que proponer a la plantilla trabajar todos los sábados que quedan de este año.

Buenas expectativas

Ávila, con 650 empleados, está en transición. Tiene capacidad para fabricar 40.000 camiones y este año ensamblará algo más de la mitad: 16.500 Cabstar y 5.100 Atleon. Pero es previsible que vaya a más, gracias a los acuerdos para suministrar 10.000 unidades del camión ligero a Renault Trucks y para que Volvo utilice su red europea de concesionarios para vender la joya de la corona abulense.

"Saturaremos Ávila en dos años, hoy el corazón de vehículos industriales es España", reafirma De los Mozos. Uno de cada cuatro autos industriales que Nissan fabrica en Europa procede de las plantas ibéricas, lo que augura buenas perspectivas, dado que el grupo nipón considera este segmento "una de las patas de desarrollo futuro", según el vicepresidente.

Nissan España, que hace tres años estaba en la UVI, no sólo aparece en el mapamundi de los despachos de la multinacional, sino que espera nuevos modelos a partir de 2008, un secreto que unos pocos guardan como oro en paño, entre ellos De los Mozos: "No fabricaremos ninguna berlina, en todo caso será un vehículo comercial o industrial". Punto en boca. Lo único que avanza el ejecutivo es la necesidad de seguir arañando competitividad: la condición es recortar los costes otro 12%, tras haberlos reducido ya un 31% en dos años, gracias al renombrado plan Top 07.

La filial española está en un momento "extraordinario, pocas han sido capaces de responder como España", reconoce Palmer. No por casualidad el centro logístico de piezas de bajo coste que la corporación proyecta para toda Europa va a levantarse en Barcelona. La multinacional podría aprovechar para reestructurar sus instalaciones y ganar espacio.