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Crónica:Fútbol | Cuarta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un partido para saborear

Barça y Valencia se baten en un encuentro estupendo que avala la propuesta futbolística de ambos equipos

Ramon Besa

Hay encuentros que tienen vida propia y se repiten por los siglos de los siglos sin atender a las circunstancias del campeonato. El Barça-Valencia se cuenta entre los mejores de cada temporada. Ambos equipos se batieron en un partidazo que avaló la personalidad e ideología de uno y otro sin reparar en el factor campo. Villa certificó la jerarquía del Valencia hasta el descanso e Iniesta rehabilitó después al Barça. El ariete le pone siempre el punto y final al juego solidario del club de Mestalla. Los mejores partidos del Valencia en el estadio acaban con un gol inevitable de Villa. Y el volante le da sentido al juego azulgrana. Iniesta simboliza más que nadie la figura del 4, y ya se sabe que el medio centro es la pieza capital del Barça.

BARCELONA 1 - VALENCIA 1

Barcelona: Víctor Valdés; Zambrotta, Puyol, Márquez, Gio; Xavi, Edmilson (Iniesta, m. 45), Deco; Messi (Saviola, m. 84), Eto'o y Ronaldinho. Jugadores no utilizados: Jorquera, Belletti, Oleguer, Giuly y Gudjohnsen.

Valencia: Cañizares; Miguel, Albiol (David Navarro, m. 75), Ayala, Moretti; Albelda (Hugo Viana, m. 90) Edú; Joaquín, Silva, Vicente; y Villa (Angulo, m. 77). Jugadores no utilizados: Butelle, Gavilán, Regueiro y Morientes.

Goles: 0-1. M. 16. Villa remata en el segundo palo un centro preciso de Miguel después de un pase profundo de Edú. 1-1. M. 48. Larga diagonal de Márquez hacia la banda izquierda de Ronaldinho, el brasileño centra hacia Eto? o y el camerunés pica el balón con la cabeza hacia abajo para la llegada de Iniesta, que a la carrera marca con la pierna izquierda.

Árbitro: Daudén Ibáñez. Mostró la tarjeta amarilla a Albelda, Márquez, Moretti y Joaquín.

Camp Nou. Unos 83.000 espectadores. Antes del partido se guardó un minuto de silencio por la muerte de Itziar Crespán, de 32 años, esposa del vicepresidente azulgrana Ferran Soriano.

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Nadie dudó de la seriedad con la que el Barcelona afrontaba el partido desde que se cantó la alineación. Aunque la profundidad de la plantilla invita a cambiar piezas en cada encuentro, y anoche descansó Thuram, hay futbolistas cuya presencia o ausencia se utiliza para sopesar las intenciones del equipo. Ningún jugador expresa mejor la disyuntiva que Messi. Agresivo con la pelota, la pulga invita a ir a por el partido con determinación, propuesta que los volantes agradecen especialmente cuando hay que descargar el juego y evitar la pérdida del balón frente a medios que presionan estupendamente como los del Valencia.

Llozano, bien trabajado tácticamente y mejor organizado, el equipo de Mestalla desconectó a Messi al cuarto de hora después de partir a los azulgrana por la mitad. El Valencia inutilizó al Barça hasta el punto de que por momentos parecía que sólo jugaba Edmilson, una pésima noticia para Rijkaard, abatido porque su plan se había vencido a la que Villa llegó a portería. Había dicho el técnico que concederle un gol al Valencia era firmar más o menos la derrota, y el Barça perdía al poco de salir al campo.

El ariete remató una jugada preciosa, tanto por la asistencia de Edú como por el centro de Miguel y el toque final de Villa, una asociación que expresó el buen despliegue del Valencia. Vigoroso, el equipo de Sánchez Flores defendía junto, fuerte y bien y sus transiciones eran tan selectas como rápidas y certeras por la verticalidad y puñetería de sus jugadores de banda y del delantero centro. Al descanso, contaba un gol y un remate al palo, también de Villa, por un solo disparo a balón parado del Barça.

Desconectado Xavi y destemplado Deco, ninguno de los tres delanteros azulgrana entraba en juego mientras los zagueros eran reiteradamente exigidos. Metido en un cuadrilátero, al Barça le faltaba aire, no tenía espacio y no podía darle velocidad a la pelota. El partido exigía un cambio radical por parte del Barcelona, y Rijkaard tocó la tecla precisa. Apareció Iniesta por Edmilson, y el campo se abrió para que el equipo se estirara y atacara a la velocidad de vértigo. Los remates se sucedieron con tanta intensidad que alcanzó el empate en sólo tres minutos en una acción majestuosa: Ronaldinho tomó el balón en el flanco izquierdo, encaró a la zaga hasta conectar con Eto'o y el ariete cabeceó de manera precisa para la llegada de Iniesta, que no perdonó por más que como es costumbre remató de manera mordida. A Iniesta le cuesta marcar goles y en cambio resulta incontenible en la producción del juego. Agradeció tanto el Barcelona la salida del volante manchego que el partido viró decisivamente a su favor. Perdió su sitio el Valencia, desbordado a menudo defensivamente y alejado del área de Valdés. Así de variable es el fútbol cuando se baten dos equipos de gran calado como los de anoche en el estadio. Al equipo valenciano no le convenía nada que el encuentro se decidiera a tumba abierta como proponían los azulgrana, de nuevo reconocibles, otra vez enchufados, aliviados tras reecontrarse con su fútbol ofensivo.

La tensión psicológica quedó retratada en una jugada que le costó la lesión a Albiol. La retirada de Villa fue después tan bien recibida entre la hinchada como la sorprendente salida de Saviola. A juicio de Rijkaard, al Barça le convenía más un segundo delantero que un extremo, de manera que Saviola se encontró ante el escenario soñado. Y suyo fue el último remate a portería de un partido que acabó muy encendido. Al final empataron a goles y a puntos. La diferencia de goles le da el liderato al Barça.

Albelda y Ronaldinho pugnan por un balón.
Albelda y Ronaldinho pugnan por un balón.REUTERS

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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