Unas puertas para el campo

La configuración actual de la ordenación del territorio en España es el resultado de un proceso de decantación de experiencias procedentes del urbanismo, de la política de desarrollo regional y de la influencia que han ejercido los procesos de planificación llevados a cabo en otros países de nuestro entorno. A partir de esta realidad, el autor de esta obra, doctor en Geografía por la Universidad de Sevilla y profesor en diversos cursos de especialización relacionados con la planificación territorial y urbanística y el desarrollo local, realiza un estudio evolutivo del concepto y de la aplicación de la ordenación del territorio en España desde las primeras reflexiones sobre la relación entre la ciudad y el territorio y la práctica del regional planning, que tuvieron lugar en las primeras décadas del siglo pasado, a las propuestas planificadoras actuales desarrolladas por las comunidades autónomas.

El libro reconstruye el proceso de conformación de la ordenación del territorio, analiza su trayectoria, las elaboraciones teóricas y los principales planes que han ido conformándola, mostrando las diferentes concepciones que han tenido lugar sobre esta disciplina y las distintas etapas que jalonan lo que, a juicio del autor, ha sido una evolución errática y discontinua.

El objeto central del análisis es el plan. A través de ese instrumento se efectúa la reflexión sobre la ordenación del territorio, señalando cómo los conceptos teóricos sobre los hechos urbanos y territoriales que tienen lugar en cada momento se reflejan en los planes y cómo las nuevas aportaciones de la disciplina van conformando un cuerpo teórico cada vez más consistente. El autor analiza, entre otros aspectos, la crisis de la ordenación del territorio como planificación integral física y socioeconómica de las décadas de los años sesenta y setenta, el fracaso de la reordenación pretendida con el modelo de planificación de "abajo arriba" de principios de los ochenta y las nuevas orientaciones que tienen lugar en los noventa con la incorporación del paradigma de la sostenibilidad y la adopción de un nuevo modelo de plan, de carácter más flexible y estratégico.

El libro pone especial énfasis en el periodo actual de desarrollo de la ordenación del territorio en las comunidades autónomas y dedica un capítulo a analizar el caso de Andalucía, una de las experiencias más ricas del Estado por el elevado número de planes formulados.

El trabajo finaliza con unas conclusiones que resumen la investigación realizada. A este respecto, el autor sostiene que en nuestro país las nuevas temáticas objeto de los planes de ordenación del territorio se centran en aquellas cuestiones vinculadas a los problemas medioambientales de gestión de los recursos, como el ciclo del agua y el paisaje, o el tratamiento de los riesgos naturales y tecnológicos; pero a ellos se une una nueva consideración de los espacios productivos, esencialmente en los transformadores y estratégicos.

Al mismo tiempo, si para solucionar los problemas de la ciudad es necesario considerar el territorio más amplio en el que se inserta y actuar sobre el mismo, lo que ha sido característico de buena parte del siglo XX es la carencia de un marco competencial y de gestión adecuado para el desarrollo de la política de ordenación del territorio. "Mientras el urbanismo se afianza y consolida en el pasado siglo como una competencia municipal, la ordenación del territorio ha permanecido durante un largo periodo de tiempo como una política indicativa nacida de la voluntad de las entidades públicas de dotarse de directrices y criterios para orientar su acción, pero sin ser un instrumento adecuado para hacer factibles sus pretensiones".

Así, como comenta en el prólogo Josefina Cruz Villalón, catedrática de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla, "Manuel Benabent nos ofrece una visión completa y precisa de la trayectoria de la ordenación del territorio en España hasta la fecha".