El retraso en las entregas del A-380 se sitúa ya en torno a 16 meses

Airbus anunció ayer que "debido a problemas persistentes de industrialización ligados al equipamiento eléctrico, hay que prever nuevos retrasos en la entrega del A-380". Otras informaciones, no desmentidas, precisan que el nuevo calendario y el coste del retraso será desvelado dentro de cuatro semanas. Varios analistas afirman que se situará en torno a los 16 meses.

Emirates Airlines estudia si mantiene o cancela su pedido de 45 unidades por unos 10.600 millones de euros. "Las cosas están en el aire" señala un portavoz, y su presidente, Tim Clark, comenta que esperan un comunicado de Airbus así como las nuevas fechas de entrega, informa Europa Press.

Los problemas tienen su origen en los 500 kilómetros de cableado eléctrico del aparato y en que las técnicas de trabajo en Toulouse y Hamburgo no sean las mismas. Lo que en la ciudad francesa se hace con ayuda de computadoras, en la alemana depende sobre todo de planos en papel. Los programas informáticos utilizados en una y otra factoría eran distintos hasta que el presidente de Airbus, Christian Streiff, ha impuesto las prácticas de Toulouse. Streiff prepara, además, un plan para reducir unos 2.000 millones de costes.

La noticia de los nuevos problemas, con un sobrecoste entre 200 y 250 millones de euros, llega en mal momento. Mañana sábado se encontrarán en Compiègne, al norte de París, el presidente ruso Vladímir Putin, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés, Jacques Chirac. Entre los temas a abordar figura el deseo ruso de aumentar su participación en EADS, propietaria del 80% de Airbus.

Los rusos, a través de un banco público, han comprado el 5% de las acciones de EADS y dicen querer adquirir una minoría de bloqueo. La negociación de su presencia en el consejo de EADS es muy delicada como mínimo por dos razones: Rusia no respeta con rigor los derechos de la propiedad intelectual, y eso abre la puerta a todo tipo de transferencias tecnológicas no deseadas; y EADS también fabrica helicópteros y aviones de combate, productos ligados a cuestiones de soberanía nacional y alianzas estratégicas sólidas y fiables que, de momento, no existen entre Rusia y la UE.