Airbus comunica a Air France retrasos de hasta seis meses en las entregas del A-380

Las entregas de los primeros ejemplares del A-380, el avión de pasajeros más grande del mundo, sufrirán un nuevo retraso, que en este caso afectará a los pedidos de Air France. El diario francés Les Echos aseguraba ayer que en 2007 sólo saldrán cuatro ejemplares de sus instalaciones de Toulouse, de los nueve que estaban previstos, por "problemas de ensamblaje". Una portavoz de Airbus calificó la noticia de "especulaciones" y recordó que el resultado de la auditoría sobre el programa del A-380, cuyos retrasos provocaron la pasada primavera un desplome de las acciones de la casa madre EADS y una drástica renovación de su cúpula directiva, se hará público el próximo 29 de septiembre.

Air France indicó ayer que había recibido un comunicado de Airbus anunciándole, "al igual que a otras compañías", una revisión del programa de entregas del A-380. Les Echos asegura que este nuevo retraso, que podría ser de hasta seis meses, se determinó el lunes en una reunión del Comité ejecutivo de Airbus en Toulouse. Otras fuentes apuntan que el retraso estaría relacionado con el cableado interno de los aviones, y la incapacidad industrial para mantener el ritmo de producción. La portavoz de Airbus aseguró ayer que "todas las semanas hay reuniones de este tipo"

Las entregas del gigante de los aires, que puede transportar hasta 853 pasajeros, sufrirían un retraso de unos seis meses, según Les Echos. De los nueve A-380 que debían ser entregados en 2007 sólo saldrán cuatro de la línea de montaje de Toulouse: dos para Singapore Airlines y otros dos para Emirates. Singapore fue la primera compañía que apostó por este avión y probablemente reciba el primer ejemplar antes de finales de este año.

El mayor pedido

Emirates, que ha hecho el mayor pedido -43 aviones- tenía previsto recibir el primero de sus A-380 en abril de 2007, y lo más probable es que no lo tenga hasta octubre. La australiana Qantas deberá esperar a los primeros meses de 2008. Lufthansa, por su parte, recibirá su primer A-380 en abril de 2008 y Air France a noviembre de ese mismo año. Airbus tiene pedidos por 159 ejemplares del A-380 procedentes de 16 líneas aéreas.

Según Les Echos el retraso fue decidido en un comité ejecutivo celebrado el pasado lunes.

Todo parece indicar que el nuevo calendario de entregas del avión que debía haber hecho la fortuna del consorcio europeo, pero cuya puesta en producción está mermando la credibilidad de Airbus, se conocerá el próximo 29 de septiembre, coincidiendo con el Consejo de Administración de EADS, la casa madre de Airbus.

El pasado mes de julio, en el Salón Aeronáutico de Farnborough, en el Reino Unido, Christian Streiff, recién estrenado como presidente de Airbus, anunció que los resultados de la auditoría que había encargado sobre el A-380 estarían listos a finales de septiembre.

El pasado 14 de junio Airbus se vio obligada a admitir que el calendario de entregas de su gigante de los aires se atrasaba una vez más.

Las acciones de EADS, la casa madre, perdieron 26,3% de su valor en una sola jornada, lo que supuso una descapitalización del grupo por valor de más de 5.000 millones de euros y la pérdida en los próximos cuatro ejercicios de unos 4.000 millones de euros en ingresos, al aplicarse las cláusulas de garantía de las entregas. Ayer, el valor cerró con una subida del 0,35%.

Poco después se supo que el copresidente francés, Noël Forgeard y familiares suyos, habían vendido meses antes sus opciones sobre acciones, dando pie a la sospecha de que conocían los problemas del A-380. El Ejecutivo francés anunció ayer su intención de modificar la normativa para que los directivos de las empresas no puedan vender sus opciones sobre acciones durante el periodo en que estén en el puesto.

De los problemas que aquejan al fabricante de aviones da idea el hecho de que el socio minoritario, la británica BAE Systems, ha decidido vender el 20% de Airbus que detenta. El pasado día 13, en una reunión de accionistas, su presidente, Mike Turner, justificaba la decisión de vender por su convencimiento de que habría nuevos retrasos.