Una década de existencia

Nacida de una experiencia histórica común y de la convergencia de los valores democráticos de 220 millones de ciudadanos distribuidos entre ocho países de cuatro continentes, la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) se creó hace 10 años, el 17 de julio de 1996, en la ciudad de Lisboa, por decisión de la conferencia de jefes de Estado y de Gobierno de Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Portugal y Santo Tomé y Príncipe. A ese grupo inicial de siete países se incorporó posteriormente Timor Oriental, al convertirse, el 20 de mayo de 2002, en el octavo Estado miembro de la Comunidad tras alcanzar su independencia como nación soberana.

La CPLP se estructura en torno a un proyecto político cuyo fundamento es la lengua portuguesa, vínculo histórico y patrimonio espiritual común de sus integrantes, más de dos centenas de millones de personas que constituyen la quinta mayor comunidad lingüística del mundo, sólo por detrás del chino, el hindi, el inglés y el español. El objetivo de la organización es el concierto político-diplomático entre sus miembros, con vistas al fortalecimiento de su presencia en la escena internacional, la cooperación intracomunitaria (en especial en los ámbitos económico, social, cultural, jurídico y técnico-científico) y la materialización de proyectos de promoción y difusión de la lengua portuguesa a través de la dinamización del Instituto Internacional de la Lengua Portuguesa, primer instrumento institucional de la CPLP creado en 1989 con sede en la ciudad de Praia (Cabo Verde).

A estos tres grandes objetivos se suman, como ámbitos prioritarios y dinámicos, los de la promoción de la ciudadanía, de la circulación de personas y de la cooperación económica y empresarial. Emana de esta última aspiración el Consejo Empresarial, organismo que pretende promover e incrementar el comercio y la inversión no sólo entre las empresas del espacio comunitario, sino también con los países de las regiones en que se encuadra cada Estado miembro de la CPLP. En materia de cooperación, a lo largo de su andadura, la CPLP se ha concentrado especialmente en áreas prioritarias como la educación, la salud y la formación de recursos humanos.

Al celebrar este primer decenio de existencia y funcionamiento de la CPLP, los embajadores de los países lusófonos con representación permanente en Madrid deseamos hacer hincapié en la vocación solidaria y democrática de la organización, que se viene desarrollando como respuesta a las expectativas y los deseos de los pueblos que integran este espacio lingüístico común y que comparten sentimientos y valores capaces de desencadenar acciones concretas de cooperación y de concierto político-diplomático, no sólo en el área abarcada por la Comunidad, sino también en varios otros foros multilaterales. A lo largo de esta década de actividades, la CPLP ha participado y se ha multiplicado en iniciativas diversas que han permitido el retorno a la paz, a la normalidad institucional y a la estabilidad y seguridad de determinados Estados miembros, principalmente a través de la participación en procesos de mediación y observación electoral y de misiones de buenos oficios ante organizaciones internacionales.

Como perspectiva de futuro, aspiramos a contribuir al fortalecimiento de la CPLP en su trayectoria a favor de la consolidación y del pleno desarrollo de nuestras sociedades, así como a la construcción de un multilateralismo renovado, democrático y solidario, capaz de revitalizar los impulsos constructivos de la comunidad internacional rumbo al progreso, la justicia y el pluralismo.

Armando da Cruz Neto, embajador de Angola; Álvaro do Ó da Silva, embajador de Mozambique; José Filipe Moraes Cabral, embajador de Portugal; José Viegas Filho, embajador de Brasil, y Silvino Cesário Lopes, cónsul general de Cabo Verde.