La 'kale borroka' persiste para condicionar el diálogo con ETA

La violencia callejera de apoyo a ETA no cesa en Euskadi con la supuesta pretensión de condicionar el próximo diálogo del Gobierno y ETA. Ayer, un grupo de encapuchados quemó a plena luz del día dos contenedores en Vitoria. La Ertzaintza investiga el incendio la madrugada de ayer de cuatro contenedores de basura y de reciclaje en Lekeitio (Vizcaya) y de un coche que estaba al lado. Desde el pasado junio, los ataques de kale borroka sobrepasan ya la treintena. Todos los partidos exigen a Batasuna que condene el nuevo rebrote.

Cuatro jóvenes con la cara cubierta y a plena luz del día prendieron ayer fuego a dos contenedores de envases y de papel que habían arrastrado al centro de la calzada en el Paseo de la Zumaquera, en Vitoria, una de las principales arterias de la capital alavesa, que cruza prácticamente de este a oeste la ciudad. A continuación, huyeron a la carrera por los jardines situados entre dos bloques de viviendas, después de dejar abandonada en el lugar una pancarta que la Ertzaintza recogió, según relataron testigos que se hallaban en un bar próximo, informa Isabel C. Martínez.

El incendio se produjo a plena de luz del día, a las 14.40, y como consecuencia del fuego quedó totalmente calcinado uno de los contenedores y provocó daños al otro. Además, el calor que desprendió el fuego afectó a un vehículo aparcado en las inmediaciones. Los bomberos de Vitoria acudieron al lugar del sabotaje y para las 15.15 ya tenían sofocado el fuego provocado por el grupo de violencia callejera. La Ertzaintza no tiene ninguna duda de que el ataque de ayer en la capital alavesa forma parte de la estrategia del mundo violento para condicionar el proceso abierto tras el alto el fuego permanente anunciado el pasado 22 de marzo. El PSE calificó el ataque de "intolerable".

La policía vasca, además, investiga la autoría del incendio que la madrugada de ayer afectó a cuatro contenedores de basura y reciclaje de vidrio y de plástico en Lekeitio (Vizcaya). En el ataque resultó calcinado un coche de alquiler que había sido contratado por un cliente que se encontraba hospedado en un hostal situado frente al lugar del incendio. Si finalmente se confirma que este incendio es también un incidente de violencia callejera se habrá superado la treintena de sabotajes de kale borroka desde el pasado junio, el mes en el que ETA exigió al Gobierno que pasara "de las palabras a los hechos". Pocas semanas después, en agosto, la organización terrorista difundió un comunicado en el que advertía de que el proceso abierto con el alto el fuego permanente estaba en "crisis".

También en agosto se produjo una campaña de presión en la calle mediante manifestaciones en San Sebastián y Bilbao y la exigencia de amnistía desde Askatasuna y el movimiento en favor de los presos etarras. Este interés en poner a los presos en el centro del proceso se ha visto reforzado por la huelga de hambre del recluso etarra Iñaki de Juana Chaos desde el pasado 7 de agosto. "No fallaré a tantas personas solidarias", agradecía el pasado fin de semana De Juana en una carta publicada en Gara y Berria, y añadía: "Lo daré todo".

Los partidos democráticos han exigido a Batasuna que se desmarque de este rebrote de la violencia callejera que todos consideran "inaceptable" e "incompatible" con el proceso para poner fin al terrorismo. El líder del PNV, Josu Jon Imaz, dejó claro el pasado lunes que su formación condiciona la puesta en marcha del foro de partidos al fin de la kale borroka. "Nadie negocia en esta vida con una pistola en la cabeza. Eso no es negociar", subrayó. EA considera "irresponsable" esta actitud y la presidenta de ese partido, Begoña Errazti, defendió que "hay que seguir adelante". El PP afirmó ayer que los datos sobre la violencia callejera "desmienten" la suspensión de la actividad de ETA.