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Reportaje:

Guerra de DVD en el salón

Toshiba lanzará el 15 de noviembre el primer reproductor de alta definición del mercado español, que será incompatible con el formato que venderá Sony

Patricia Fernández de Lis

La guerra de formatos de vídeo vuelve a los salones españoles. Casi treinta años después de que miles de usuarios tuvieran que tirar a la basura sus vídeos betamax, Toshiba y Sony están a punto de reeditar la batalla en la nueva era del DVD de alta definición. El resto del sector de la electrónica y los estudios de cine está tomando posiciones en uno y otro bando.

Toshiba ha sido la primera en adelantarse en el mercado europeo. Ayer anunció que lanzará el DVD de alta definición en los principales mercados (entre ellos, España) el 15 de noviembre. Su nuevo HD-DVD se podrá comprar en tiendas de electrónica y grandes superficies a 699 euros y, aunque en el mercado hay reproductores de DVD a unos treinta euros, y grabadores a menos de 300, la compañía defiende las virtudes del nuevo DVD digital: "Es un tremendo salto cualitativo en la calidad de la imagen y el sonido y la capacidad de almacenamiento", según Xavier Pascual, presidente de Toshiba España. La compañía espera vender 5.000 unidades antes de fin de año. El DVD grabador de alta definición, mientras, llegará al mercado a mediados del año que viene al doble del precio del reproductor.

Los discos tendrán entre cinco y seis veces más capacidad que los actuales

¿Cómo son estos nuevos DVD? Lo cierto es que el tradicional se ha quedado viejo. La mitad de los televisores que hay en los hogares europeos son ya de alta definición, según datos de Forrester, y las cadenas de televisión empiezan a emitir también en este formato.

Los nuevos reproductores mejoran sustancialmente la calidad del vídeo y el sonido de las películas o documentales; los colores son más vivos; las imágenes, más definidas; el sonido, más envolvente (cuenta con siete canales de audio, frente a los cinco actuales). Tiene conexión a Internet y mayor capacidad para la interactividad, así que, por ejemplo, ya no habrá que parar la película para acceder a los menús, sino que podrán sobreimpresionarse sobre ella. Los discos compactos tendrán entre cinco y seis veces más capacidad que los actuales, lo que significa que las películas podrán llevar más extras y que las series de televisión ocuparán menos espacio en las estanterías (se podría publicar una temporada entera en un solo disco, por ejemplo).

El cambio no es inmediato. Los usuarios del viejo DVD podrán ver los estrenos que se publiquen en este nuevo formato, o ver sus DVD antiguos en el nuevo reproductor. Lo que no podrán hacer es ver los discos del formato que fomenta Toshiba en el de Sony, y viceversa.

Y es que las compañías de electrónica y los grandes estudios de Hollywood llevan más de cuatro años tratando de decidirse por un único formato de DVD de alta definición, conscientes de que muchos usuarios están escarmentados de la experiencia del betamax, y no comprarán un equipo hasta que haya un ganador. No lo han conseguido. Al formato HD-DVD, liderado por Toshiba, se han unido 240 empresas, entre ellas Intel, Sanyo, NEC y Microsoft (que lo incluirá como dispositivo adicional en su consola de videojuegos Xbox 360), además de los estudios Universal. En el Blu-Ray están, además de Sony, Panasonic, Philips, Apple y Disney.

Toshiba es, por ahora, el único fabricante que ha puesto fecha y precio al desembarco de su producto en España. De Sony poco se sabe, salvo que su DVD llegará "este invierno" y que su precio rondará los 1.000 euros. El mercado no espera que este nuevo formato esté generalizado hasta 2008 y, aunque no hay previsiones de ventas ni de quién será el ganador, sí se espera que la guerra sea cruenta. Los competidores no sólo se enfrentan entre sí, sino que deberán combatir contra el hastío de los usuarios al nuevo cambio de tecnología, y contra otros formatos de videoentretenimiento, incluyendo la descarga de películas bajo demanda y por Internet. La guerra ya ha empezado. Toshiba lanzó su DVD en el mercado estadounidense y japonés en abril, y desde entonces ha bajado 100 euros su precio. En este momento está vendiendo por debajo de su coste, según la revista Barron's: su precio ronda los 500 dólares, y fabricarlo cuesta 700.

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Sobre la firma

Patricia Fernández de Lis
Es redactora jefa de 'Materia', la sección de Ciencia de EL PAÍS, de Tecnología y de Salud. Trabajó diez años como redactora de economía y tecnología en EL PAÍS antes de fundar el diario 'Público' y, en 2012, creó la web de noticias de ciencia 'Materia'. Los fines de semana colabora con RNE y escribe, cuando puede, de ciencia y tecnología.

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