Francia remonta el vuelo

Francia ha crecido un 1,2% durante el segundo trimestre del año, su mejor resultado de esta década. Gracias a la mejora de las inversiones privadas y del consumo interno, la economía gala ha logrado controlar su abultado déficit público. Mientras, el Ejecutivo promete reducir el paro hasta el 8% en el verano del próximo año, gracias a una profunda reforma laboral.

Las previsiones oficiales dicen que este año se podría reducir el déficit fiscal hasta el 2,8% del PIB, respetando el Pacto de Estabilidad

La economía francesa ha crecido un 1,2% durante el segundo trimestre del año, el mejor resultado a lo largo de esta década

La economía francesa acaba de registrar su mayor crecimiento trimestral de los últimos seis años. Con el alza del PIB de 1,1% si se compara con el trimestre anterior, se confirman las previsiones gubernamentales, que sitúan el crecimiento para este año en un margen que va desde el 2% al 2,5%. El año pasado, Francia creció un 1,4%, después de estar al borde de la recesión en 2003, año en que su producción interna se elevó un preocupante 0,2%.

Los informes señalan que la clave de este resultado ha sido la inversión de las empresas, con un alza del 1,8% frente a un 0,5% del periodo enero-marzo. El consumo privado también ha fomentado este crecimiento, a pesar de ralentizarse desde un 0,9% hasta un 0,7% este trimestre. El gasto de las familias se mantiene como uno de los principales pilares de la economía gala. Las previsiones de la OCDE sitúan el crecimiento del consumo en un 2,3% para este año y en un 3,3% para la formación de capital fijo.

Aumenta la confianza

La moderada alza de los combustibles durante la segunda parte del año ha servido para que las empresas y los consumidores recuperen la confianza en el país y se decidan a gastar más dinero. Para ello, también ha servido la moderación de las tasas de inflación, que se han situado en un 2,2% durante el mes de julio. Los pronósticos señalan que los precios podrían caer por debajo del 2% antes de que finalice este año, uno de los niveles más bajos de la década.

El mercado laboral también ha servido para aumentar la confianza en la economía francesa. Los últimos datos correspondientes a septiembre indican que la tasa de paro se redujo en julio 1,2 puntos, hasta situarse en el 8,9%, el menor nivel registrado desde 2002. Durante los últimos cinco años, Francia ha luchado por reformar su sistema laboral y por reducir los niveles de desempleo. Las previsiones indican que el paro se podría reducir hasta el 8% durante el verano del próximo año, desde el 9,5% registrado en 2005.

Los datos oficiales indican que, durante el segundo trimestre, Francia creó empleos al ritmo más rápido en cinco años, ya que el crecimiento de la contratación en los sectores de la construcción y los servicios compensaron una baja en los trabajos industriales. Precisamente el sector no agrícola, clave para anular el efecto de la estacionalidad, creó 51.900 empleos, un alza de 0,3% desde los tres primeros meses del año y un aumento de 0,7% sobre el mismo periodo del 2005.

Reforma laboral

Francia se encuentra realizando una profunda reforma laboral para controlar el empleo y flexibilizar las condiciones de contratación y de despido. No obstante, después del fracasado y resistido contrato de primer empleo, se han implantado fórmulas para fomentar la contratación en las pequeñas empresas.

El optimismo imperante sobre la economía francesa ha llegado hasta sus cuentas públicas. Las previsiones del equipo económico señalan que este año se podría reducir el déficit fiscal hasta el 2,8% del PIB, con lo que se respetaría el Pacto de Estabilidad por primera vez desde 2001. El Ejecutivo quiere reducir el desequilibrio hasta el 2,25 del PIB en 2007, gracias a la racionalización de las empresas públicas y el recorte de los gastos en el sector gubernamental. La deuda pública del Estado francés se sitúa en el 65% de su PIB, cercano a los dos billones de euros.