Las tareas pendientes de Esperanza

Una de las áreas de Gobierno de la que más orgullosa está Esperanza Aguirre es la Consejería de Empleo y Mujer, porque presume de que está poniendo en marcha medidas encaminadas a lograr la conciliación del trabajo y la familia. Sin embargo, la política que sería fundamental para mejorar la situación en esta materia es que todas las peticiones de plazas públicas de educación infantil -la enseñanza hasta los tres años, que no es obligatoria- fueran cubiertas. Ésta es una de las promesas electorales que tiene pendiente el equipo de Gobierno de Esperanza Aguirre.

Los sindicatos UGT y CC OO han denunciado hace 10 días que 25.000 familias que piden plaza para llevar a sus hijos a las escuelas infantiles públicas se quedan sin ella. Sin embargo, ésta fue una de las promesas del programa del PP, que establecía "atender donde la demanda lo requiera a la etapa de educación infantil", y se imponía el compromiso de "incrementar a lo largo de la legislatura las plazas de escolarización de niños menores de tres años hasta las 50.000".

Otro de los problemas más acuciantes de la región es la vivienda. El PP se comprometió a construir hasta 2007 "79.000 [viviendas] en el área metropolitana para jóvenes a un precio asequible y con opción a compra". Desde que comenzó la legislatura, sólo existe suelo adjudicado para 5.532 pisos, de los cuales, y sólo en el mejor de los casos, estarán terminados 3.051 para el próximo año. Es decir, el 3,8%.

Tampoco marchan a buen ritmo las adjudicaciones. Hasta principios de verano se habían sorteado, lo que no quiere decir que los adjudicatarios tengan ya el piso entregado, apenas el 1,52% de los pisos de esta promesa electoral.

Entre los compromisos que Aguirre ya no podrá cumplir está la que fue la estrella del capítulo de transportes: abrir el metro por las noches durante todo el fin de semana. Una buena idea que, en teoría, acabaría con los accidentes de tráfico de los jóvenes. Sin embargo, las negociaciones, retrasadas una y otra vez, con los sindicatos no prosperaron. Los representantes sindicales del transporte exigían más gasto en seguridad, aumento de la plantilla y mejora de los contratos. Al final, la entonces consejera María Dolores de Cospedal se sacó de la manga una solución alternativa: alquilar a la Empresa Municipal de Transportes autobuses que hicieran de noche el mismo trayecto que el metro. El servicio no funciona bien.

La Consejería de Medio Ambiente tiene también deberes en su haber. Aguirre prometió reforestar 9.000 hectáreas con 14 millones de árboles en esta legislatura. Hace unos meses, el Gobierno regional, sin haber presentado siquiera los resultados de este plan, se ha comprometido a reforestar otras 15.000 hectáreas en 10 años. El pasado jueves, el Consejo de Gobierno dictaminó que 3.000 de esas hectáreas estarán en mitad de los 31 árboles y montes que ha declarado de utilidad pública.

Pero el PP también dijo que elaboraría una estrategia de calidad del aire y un mapa regional del ruido y todavía no existen. Tampoco ha llegado a la Asamblea regional la Ley de Protección del Medio Ambiente Atmosférico.

Otras veces, como en el caso de las listas de espera de la sanidad, el Ejecutivo de Aguirre ha hecho todo lo posible por maquillar el grado de cumplimiento. "Ningún paciente esperará más de 30 días para ser intervenido quirúrgicamente en la sanidad pública", fue la promesa que la presidenta regional lanzó en plena campaña electoral. Aunque ella sostiene que ha cumplido sobradamente, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha expulsado a la Comunidad por manipular sus datos.