Coalición Canaria apoya la reforma de la ley e IU la rechaza

Dos de los socios parlamentarios del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero mostraron ayer posiciones discrepantes sobre un pacto de Estado en materia de inmigración que incluya una reforma de la Ley de Extranjería. El portavoz de Coalición Canaria (CC), Paulino Rivero, anunció el apoyo de su grupo a esa idea, mientras que el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, declaró que no aceptará "una revisión a la baja" de la norma vigente ni un acuerdo "basado en la mano dura". El portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, dijo que su formación se "congratulará" si se alcanza un acuerdo en ese asunto.

Rivero aseguró que su formación política apoya la oferta que hizo la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, sobre un pacto nacional en torno a la política migratoria. A su juicio, "es necesario hablar para impulsar nuevas medidas" y mejorar las que no han funcionado. En este sentido, el portavoz parlamentario de CC apostó por incluir en ese diálogo la reforma de determinados apartados de la Ley de Extranjería, como el que establece que los inmigrantes irregulares no pueden permanecer más de 40 días en un centro de internamiento. Rivero subrayó la dificultad de cumplir con los trámites de repatriación en ese plazo cuando los centros están "desbordados". También consideró necesario incluir en la Ley de Extranjería la situación de los menores extranjeros no acompañados -que actualmente aparece recogida en la Ley del Menor- y apostó también por modificar el Código Penal para endurecer las penas aplicables a los patronos de los cayucos y de las pateras.

"Alarmismo e hipocresía"

En el extremo opuesto, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, acusó al Gobierno de actuar "a golpe de telediario" en relación con la inmigración, y de "plegarse" al discurso de "alarmismo e hipocresía" que practica el PP. Además, avisó al Ejecutivo de que no aceptará una "revisión a la baja" de la actual Ley de Extranjería, ni un Pacto de Estado "basado en la mano dura".

Llamazares reclamó un Gobierno "sereno y tranquilo" para abordar el reto de la inmigración, "y no un Gobierno histérico, ni en zigzag, que cambia de posición". Tras asegurar que hasta ahora la derecha ha tratado este asunto con "alarmismo, mano dura e hipocresía", señaló que las últimas declaraciones del Gabinete socialista apuntan a una "involución de la política migratoria, que se pliega a los dictados de la derecha".

Sobre el mismo asunto, el portavoz adjunto de CiU, Josep Sánchez, opina que "cada día hay más visos de que se haga realidad" un Pacto de Estado que su formación considera necesario para hacer frente a la inmigración ilegal.