Oleg Deripaska, un rey de armas tomar
Oleg Deripaska a sus 38 años ocupa el sexto lugar en la lista de la revista Forbes de multimillonarios rusos, con una fortuna personal evaluada en marzo pasado en 9.000 millones de dólares.
El rey del aluminio ruso aprovechó al máximo las oportunidades que brindaban las turbias aguas de los primeros años posteriores a la desintegración de la URSS. Ya en su época de estudiante, Deripaska comenzó a dedicarse a los negocios: fue director financiero de la Compañía Militar de Inversiones y Seguros y después fue corredor de Bolsa, época en la que compró sus primeras acciones de empresas de aluminio. Paralelamente, dirigió fábricas de aluminio de Krasnoyarsk y Samara.
Por cierto, Deripaska terminó brillantemente sus estudios en 1993 y se diplomó con honores de la Facultad de Física de la Universidad de Moscú. Tres años más tarde obtuvo una segunda profesión al graduarse en la Academia de Economía Plejánov. En 1997, Deripaska organizó el grupo Sibirski Alumini, empresa que rápidamente se expandió y que en 2000 se transformó en la compañía Russki Alumini o Rusal. Deripaska se convirtió entonces en socio de Román Abramóvich, pues Rusal se formó con las fábricas relacionadas con la industria metalúrgica que pertenecían tanto a su propia empresa como a Sibneft, cuyo principal accionista era el actual dueño del club de fútbol Chelsea.
Deripaska se emparentó con los Yeltsin al contraer matrimonio, en febrero de 2001, con Polina Yumásheva, hija de Valentín Yumáshev, quien fue asesor y jefe de la Administración del ex presidente ruso y que se casó con la hija menor de éste, Tatiana. Además, es amigo de Anatoli Chubáis, el padre de las privatizaciones rusas, lo que fue de gran ayuda en su carrera.
Su ascenso al olimpo oligárgico ruso estuvo acompañado de escándalos, lo que es común a la de los otros multimillonarios del país. Se le acusa de haber organizado en la prensa las llamadas "guerras del aluminio" y del acoso a quienes le ponían obstáculos. Se enfrentó a Lev Cherni, su ex socio del TWG, para tomar el control de la industria del aluminio en Rusia. En 2000, un empresario trató de enjuiciar a Deripaska acusándole de extorsión, uso de fuerza armada y otros cargos, pero la querella fue rechazada por problemas jurisdiccionales. Ha sido uno de los principales opositores a la entrada de Rusia en la Organización Mundial de Comercio.
Deripaska posee mansiones en Londres, París, Porto Cervo, Chipre y en Rusia. Es dueño también de la dacha de Stalin en Gagra, Abjazia, la única ex residencia del dictador soviético que pertenece a un particular.
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