"La relación política con España es ya más cómoda"

Thomas Donohue (Nueva York, 1938) preside la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la mayor asociación empresarial del mundo, con más de tres millones de miembros. No niega que, tras la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 y la retirada de las tropas españolas de Irak, la relación política con la Casa Blanca "obviamente cambió", pero asegura que "últimamente la relación se está haciendo cada vez más cómoda".

Pregunta. ¿Se han visto afectadas las relaciones económicas y empresariales entre España y EE UU a raíz de la crisis de Irak?

Respuesta. Yo lo analizo desde el punto de vista de la comunidad empresarial, no político. Hay 600 empresas estadounidenses con negocios en España; EE UU es el mayor inversor directo en este país con diferencia; hay unas 200 compañías españolas operando de una forma u otra en EE UU, tanto para dirigirse al mercado estadounidense como a Latinoamérica (Florida es sede de una importante inversión española). Desde el punto de vista económico nuestra relación sigue creciendo y haciéndose cada vez más profunda. En el ámbito empresarial ha habido mucho progreso en sectores como alta tecnología, informática, software, biotecnología, tratamiento de aguas, producción de etanol... Hay un compromiso entre los dos Gobiernos de seguir trabajando en que la relación económica cada vez sea más intensa. Creo que la economía española y las empresas españolas cada vez son más sofisticadas y lo están haciendo muy bien. Se va a ver más inversión directa estadounidense en España, y habrá más empresas.

"Hay un compromiso entre los gobiernos de EE UU y España para que la relación económica sea más intensa"

"El dinero va donde es bienvenido, donde es seguro y rentable; unos se retiran y otros invierten en Latinoamérica"

"Chávez sería una persona totalmente insignificante si no fuera por todo el petróleo sobre el que se asienta"

P. ¿Cree que el presidente del Gobierno español acabará siendo recibido por George Bush en la Casa Blanca?

R. Podría decirse que esa sería la medida de la relación entre dos mandatarios. Pero el presidente de EE UU ha dejado claro que quiere que su Administración trabaje de forma constructiva con el Gobierno español. Yo lo sé. Pero que eso signifique que se haga una fiesta en la Casa Blanca y almuercen en el patio... Es difícil decirlo. Lo que hay que hacer es ir más allá de las personas concretas y centrarse en las cuestiones esenciales, como las relaciones económicas, la interdependencia geopolítica y el interés común en asuntos cruciales para el bienestar de ambos países. Yo diría que lo estamos haciendo mejor en esos aspectos.

P. En los últimos años algunas compañías españolas han hecho grandes operaciones internacionales (la compra de Abbey por el Santander, la expansión de Ferrovial en EE UU, el intento de Abertis de entrar en Italia...). ¿Está aumentando la notoriedad de la empresa española en el mundo?

R. Las empresas españolas están adquiriendo más visibilidad en el mundo. Tienen una posición extraordinaria en Latinoamérica, por ejemplo. Luego, si se observa el caso de las entidades financieras, que preceden y siguen a las empresas en su expansión, tienen fuertes intereses en Latinoamérica. Y ahora también en EE UU, debido al gran crecimiento de la población latinoamericana aquí. Se trata de la evolución lógica de una economía sofisticada en el sistema económico mundial. EE UU es un gran mercado en el que todo el mundo quiere vender algo, y lo mismo le está pasando a España. Las empresas españolas miran a su alrededor y dicen: "Tenemos una presencia importante en España, pero si queremos ser verdaderamente competitivas, tenemos que ir a EE UU".

P. ¿Cómo ha acogido la comunidad empresarial estadounidense los cambios políticos en Latinoamérica y la corriente populista que impulsa el presidente venezolano Hugo Chávez?

R. Latinoamérica es muy crítica con nosotros y nosotros somos muy críticos con Latinoamérica. La Zona de Libre Comercio del Atlántico Norte (NAFTA) ha resultado mejor de lo previsto y se han creado millones de puestos de trabajo gracias al comercio: México se ha convertido en el segundo socio comercial de EE UU. Hemos seguido muy de cerca las elecciones en México, nos interesa qué va a pasar por la extraordinaria interdependencia económica. Más al sur, Colombia no está demasiado mal y, en Venezuela, Chávez está muy impresionado consigo mismo... Siempre nos preocupan nuestros socios comerciales y su bienestar, quién gobierna sus países, especialmente en lugares como Venezuela. Pero si se recuerda lo que pasó en Brasil, parecía que [Luiz Inácio] Lula [da Silva] iba a poner todo patas arriba. Y no fue así. Hizo su política, pero ha sido muy agresivo desde el punto de vista económico.

Hay cosas que no son aceptables de ninguna manera, pero mi opinión personal es que si podemos promover el intercambio económico y reforzar la economía de los países, si podemos elevar su nivel de vida, la probabilidad de que las relaciones sean mejores es mayor. Chávez sería una persona totalmente insignificante si no fuera por todo el petróleo sobre el que se asienta. Todo el mundo está muy pendiente de él pero si estuviera en uno de esos otros países sin recursos, diríamos: "¿Y qué?". Lo está explotando, ahora es el banquero de Cuba y está tratando de exportar sus ideas. Pero no está ganando muchas apuestas. No es bienvenido en Centroamérica y la mayor parte de los líderes, con algunas excepciones, se preocupan mucho por sus economías. Es decir, si alguien es elegido y dice "voy a nacionalizar y voy a eliminar los tratados de libre comercio", ¡qué lo haga! ¡Ya comerciaremos con otros! Muy pronto alguien dirá que eso fue una estupidez. Por ejemplo, el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) no tiene por qué celebrarse con todo el mundo, con los 28 países de América. ¡No pasa nada, hagámoslo con 24 sólo!

P. ¿Cree que Bush logrará su objetivo de cerrar este acuerdo antes de que termine su mandato?

R. A lo mejor lleva más tiempo. Pero sucedió lo mismo con el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica (CAFTA). Se decía que no iba a ser realidad y lo fue. Y va a cambiar enormemente el nivel de vida, el bienestar económico, la independencia personal... Decenas y decenas de millones de personas lo van a celebrar. Fue una gran victoria para Latinoamérica.

P. Da la impresión de que las empresas estadounidenses se han retirado de Latinoamérica desde las grandes inversiones que hicieron en los ochenta.

R. El dinero va donde es bienvenido, donde es seguro y donde es rentable. En un mundo competitivo, algunos se retiran y otros invierten más en Latinoamérica. No se puede decir que haya habido una reducción de la inversión en términos generales, sino en lugares concretos. Por ejemplo, Brasil está recibiendo más inversión en sectores como agricultura o tecnología. Argentina lleva 50 años de crisis financieras, así que hay que tener cuidado, pero es un mercado extraordinario. O Costa Rica. Que es un país que Intel y otras compañías de alta tecnología han elegido para asentar sus fábricas. Incluso Venezuela recibe inversiones a pesar de que Chávez expropia activos. Chile avanza. Con Colombia hay buenas relaciones y, aunque hay asuntos colaterales, la inversión es estable.