Las mujeres malas, ya son malas de verdad

"Un personaje femenino podía ser, hasta ahora, perverso, pero no bruto o duro, como un hombre. Hay que romper ese arquetipo", afirma Alicia Giménez Bartlett, una de las escritoras de novela negra con más libros vendidos en España y en el extranjero, durante el curso Mujer y literatura de la UNIA, que se desarrolla estos días en Sevilla. Sus obras han sido traducidas a diez idiomas y su personaje más famoso, la inspectora de policía Petra Delicado, será próximamente protagonista en una serie de televisión italiana.

Según afirma esta escritora, en la novela negra ha habido hasta ahora muchos personajes femeninos recurrentes: fiscal, forense, víctima, ayudante tonta del jefe, esposa abnegada del policía, pero no una mujer "mala de verdad". "Las mujeres deben tomar el protagonismo, tanto para bien como para mal", afirma.

Giménez Bartlett también se refirió a la "literatura femenina" como un término desafortunado: "El hecho de que una historia hable de emociones no significa, en absoluto, que sea una historia de mujeres", explica la autora, que acaba de publicar Días de amor y engaños, un libro en el que, según confiesa, se introduce en un campo poco explorado. "Los sentimientos nos afectan a todos, porque es algo que va unido a las ideas. El autor judío Saúl Bellow habla sobre la tragedia del hombre moderno: la soledad al sentirse abandonado por la mujer", argumenta Bartlett, quien admite no haber sentido discriminación en su campo, la novela negra. Sin embargo, dentro de poco recogerá un premio en Italia, "un premio... sobre literatura femenina", afirma sorprendida y con una sonrisa resignada.