"La culpa es mía"

Cuando un señor es culpable, se tomarán las medidas que se deban tomar". Parecía una invitación del seleccionador español, Luis Aragonés, a que el presidente de la federación, Ángel María Villar, le despida de su cargo. Ésa es la impresión que transmitió en el pub del estadio Windsor Park que acogió la conferencia de prensa del técnico, aparentemente tranquilo y consciente de que la derrota de ayer le puede costar el puesto. Eso sí, no sería por iniciativa propia. Es decir, él no va a presentar la dimisión, pero sí parece dispuesto a ofrecer su cabeza a los federativos. Al igual que Javier Clemente, luego del fracaso en el Mundial de Francia 98, cayó en Chipre tras una dolorosísima derrota frente a un rival muy inferior, a Luis se le presenta un escenario similar. Aunque él tampoco esté dispuesto a dar el paso. Espera, según se antoja, que sea Villar quien accione la guillotina [el presidente declaró de madrugada en la cadena COPE: "En absoluto pensamos que dimita. Tiene toda nuestra confianza. Alcanzaremos la fase final de la Eurocopa"].

"Algunas veces habré acertado. Soy verdadero, auténtico. No estoy alicaído. Ya veremos"

A tal efecto, Luis entonó un mea culpa sin paliativos. "Hemos cometido muchísimos errores, pero el mayor culpable ha sido mi planteamiento. Quedan muchos partidos, pero es un golpe tremendo porque Irlanda del Norte es un adversario muy inferior. El único culpable, insisto, soy yo. Sabíamos que ellos sólo son pelotazo largo y a coger los rechaces. Un equipo que no tiene más que el pase largo y los rechaces... Y lo sabíamos... Somos netamente superiores. Se nos ha lesionado un jugador [Albelda, que sufre una posible fractura del hueso malar de la cara] y el tercer gol se produjo en fuera de juego, pero no es suficiente para lo que ha pasado, para perder. Un conjunto que empieza ganando, que sólo tenemos que tocar y tocar la pelota para mantenernos y... cometemos esos errores... Eso es que el entrenador no ha sabido".

El grupo se le complica enormemente a España. Suecia y Dinamarca tienen la oportunidad perfecta para sacar ventaja a la roja en la lucha por conseguir dos puestos en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008. Y esta vez no hay repesca.

Luis había acordado con la federación una renovación hasta esa cita que todavía no ha firmado. Ya después del Mundial tuvo muchas dudas sobre su continuidad. Había prometido marcharse si no alcanzaba los cuartos de final en Alemania y no pasó de los octavos. En una asamblea de la directiva de la federación, planteó la posibilidad de convertirse en una especie de director deportivo de la selección, con plenos poderes en el área deportiva. Pero no se llegó a un acuerdo. Ahora vuelve a reabrirse esa puerta.

Lo cierto es que Luis incluso ha perdido el respeto del vestuario, que le acusa de preparar entrenamientos pasados de moda y de haberse plegado a los intereses de los más veteranos: Raúl acabó jugando como titular tras su presión desde el banquillo. Luis dijo ayer que no había hablado con los jugadores tras el fracaso y se negó a señalarles con el dedo: "¿Raúl? No; en la elección de los jugadores no me he equivocado".

Acosado por los periodistas, Luis se negó a presentar la dimisión. "No he pensado en dejar nada. Pido disculpas. Estoy lo mismo de ilusionado que estaba, pero esto es un golpe para mí siendo el que más se ha equivocado. Pero por que me haya equivocado un día no voy a dar un paso. Algunas veces habré acertado. Soy verdadero, auténtico. No estoy alicaído. Cuando lleguemos a España, ya veremos".

Por su parte, el seleccionador de Irlanda del Norte, Lawrie Sánchez, de origen ecuatoriano, no quiso dar la conferencia de prensa. Era su día de gloria, pero lo convirtió en su particular venganza contra la prensa local, que, supuestamente, le había atacado tras la derrota del sábado pasado ante Islandia por 0-3.