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Cantabria recupera el trono de La Concha

La Bandera de la Concha ha sido un coto habitual de las embarcaciones guipuzcoanas, con leves apariciones de Vizcaya y levísimas de las traineras cántabras. Sin embargo, los tiempos cambian y el siglo XXI apunta a Cantabria como foco del éxito en la principal regata de la temporada. Castro en 2001 y 2002 y Astillero en 2003 y 2004 se han llevado la bandera a tierras cántabras. Incluso en 2005 Pedreña dio la sorpresa al remontar 12 segundos de desventaja y alzarse con la bandera, finalmente invalidada por una reclamación de Orio que dio el triunfo de rebote a Hondarribia, la gran ausente ayer.

Ayer quedó claro que la bandera volverá a Cantabria tras la absoluta superioridad demostrada por las tripulaciones de Castro, Astillero y Pedreña, que el próximo día 10 se disputarán el triunfo final, con Orio y Zarautz luchando por un título secundario: ser la mejor trainera guipuzcoana de la regata.

Castro partirá con 6,52 segundos sobre Astillero y casi 10 sobre Pedreña, lo que le postula como la principal candidata al triunfo. La ventaja es importante, aunque no definitiva. El estado de la mar, el sorteo de las calles o la climatología pueden alterar cualquier pronóstico. Ya se vio el pasado año, cuando en condiciones muy adversas sobre el agua, Pedreña fue capaz de superar 12 segundos de desventaja que finalmente no le valieron por una decisión arbitral. Así lo recordaba su patrón, Borja Gómez, al término de la prueba, en la que sigue viendo a su trainera como candidata a la victoria.

Pedreña dominó con amplitud su tanda, tras un primer largo más flojo de lo esperado, pero con un segundo pletórico que condenó a Orio a un papel muy secundario. Ése fue su problema. Lo suyo fue una contrarreloj que quizás limitó sus posibilidades. Pareció que Pedreña, bajo mayor exigencia, podría haber dado más de sí.

Todo lo contrario de la segunda tanda, donde Castro y Astillero mantuvieron un mano a mano interesante, aunque los de José Luis Korta, ayer patroneados por Cristian Garma, demostraron técnica, potencia y regularidad frente a una nerviosa Astillero que nunca encontró el ritmo de la regata. Muy lejos de todo, Orio y Zarautz libraron la cuarta plaza de la tanda de honor del próximo domingo por 10 centésimas en favor de los primeros.

Pura anécdota. Los cántabros lucharán entre sí. Entre medio, el mar, las calles, la brisa, el viento, el oleaje decidirán si los segundos de ventaja de Castro son un muro o una frontera de papel.

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