Dirigentes de EA postulan que las organizaciones locales decidan sobre la coalición
En medio del debate abierto en EA sobre si acudir en solitario o en coalición con el PNV a las elecciones de 2007, que ha dividido en dos a la dirección y la militancia del partido, dirigentes partidarios del acercamiento se están planteando la posibilidad de proponer en la Asamblea Nacional donde se tomará la decisión final alguna fórmula intermedia y más flexible de colaboración, que implicaría, en todo caso, una alianza con el PNV.
Entre estas fórmulas estaría la posibilidad de trasladar a las propias organizaciones municipales del partido, que conocen a fondo la sociología electoral en sus localidades, la decisión de cerrar o no listas conjuntas con el PNV, si creen que ello les permitirá optimizar los resultados y, de paso, confirmar públicamente que la colaboración ha sido satisfactoria y merece ser repetida.
Otra fórmula intermedia que también se ha analizado, según las fuentes informantes, consistiría en limitar la coalición a las localidades con un interés electoral especial, como las tres capitales y Pamplona, así como a las Juntas Generales de los tres territorios. Sin embargo, se considera que esta opción no tiene viabilidad ya que no sólo no convence en los dos sectores en litigio de EA, sino que tampoco sería admitida por el PNV.
En menos de la mitad
Dejar en manos de las propias organizaciones municipales la responsabilidad de repetir o no la coalición no resulta del todo una novedad, según dichas fuentes. En realidad, se trata de una práctica que ya se experimentó en los comicios de 2003, si se tiene en cuenta que aquel acuerdo de coalición, cuya gestación fue muy laboriosa y se prolongó más de un año, dejó abierta la posibilidad de que la organización de EA en cada municipio manifestara su voluntad de presentarse en coalición con el PNV, de modo que no se forzaron las cosas en ninguna de las que se resistió a acordar listas conjuntas.
Los datos son muy ilustrativos. El PNV y EA cerraron la coalición en menos de la mitad (el 46,8%, en concreto) de los ayuntamientos de Euskadi: se presentaron unidos en 117 municipios frente a los 133 donde concurrieron por separado. La coalición fue la primera fuerza política en las municipales con el 35% de los votos válidos y obtuvo 870 concejales. Por separado, el PNV logró otros 629 ediles y Eusko Alkartasuna, 103.
Guipúzcoa es el territorio más proclive a la coalición, como lo demuestra el que hace cuatro años se extendiera a 65 municipios frente a los 27 donde no se implantó. Alava fue más equilibrada, ya que el acuerdo con el PNV se cerró en 25 ayuntamientos frente a los 26 donde no se registró. Vizcaya, finalmente, vivió una mayor desigualdad y allí sólo 31 municipios presentaron listas en coalición frente a los 80 ayuntamientos donde PNV y EA acudieron por separado.
