Contra viento y marea
Es difícil sobreponerse a mayor infortunio. Apenas un día antes de la celebración de su jornada más lustrosa, la organización del Festival de Alaquàs tuvo que lidiar con la injustificada suspensión, confirmada vía telefónica, de los conciertos de Super Furry Animals (estos por segundo año consecutivo) y The Raveonettes. Con el tiempo de reacción limitado a menos de 24 horas, y tras sopesar la cancelación de la mitad de su programación, finalmente los catalanes Ojos de Brujo y No Way Out fueron in extremis los encargados de cubrir el hueco y completar un cartel ya descompensado sin solución. El imprevisible trueque, no obstante, resultó bastante menos traumático de lo previsto, a tenor de la ejemplar aceptación por parte del público de unas modificaciones tan sustanciales.
12 Festival de Rock de Alaquàs
Twelve Dolls, Lori Meyers, Ojos de Brujo, No Way Out, Second, The Posies, Los Enemigos y Supermosca. Camp de futbol del Terç. Viernes 1 y sábado 2 de septiembre de 2006
El viernes, los valencianos Twelve Dolls incidieron en las virtudes de un cancionero de enorme proyección, compensando su bisoñez con buenas dosis de actitud al servicio de una propuesta regeneracionista que debería encontrar fácil acomodo -esto es, sello editor-en estos tiempos tan proclives al mal llamado fashion rock.
Mucho más empaque tuvo lo de Lori Meyers, instalados en una progresión sobre los escenarios que magnifica su firme anclaje entre el rock independiente de los 90 y el legado de los 60.
Batidora de mestizaje
Ojos de Brujo, como excepcional banda de directo que son, cumplieron, pese a accionar su batidora de mestizaje ante un público que no era el suyo.
Y el rocoso -aunque previsible- punk rock de filiación californiana del grupo de barceloneses No Way Out cerró la jornada, extraña y dispar debido al urgente cierre de su programa.
Más homogéneos fueron los primeros compases del sábado noche, con los murcianos Second exhibiendo la robusta densidad de su temario, bien articulada aunque muy deudora de la década de los ochenta, y con unos Posies tan vehementes en su fervor expresivo que a veces maltratan su espléndido cancionero pretérito (Dream All Day, Precious Moments, Solar Sister).
Más tarde, un mermado Josele Santiago comandó a Los Enemigos en un concierto de imponente oficio y acústica, en el que fueron cayendo, de forma tan deslavazada como las circunstancias imponían, los clásicos de su debut de hace ya 20 años junto a versiones añejas como las de Fats Domino, Rufus Thomas o Beatles.
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