El PP endurece su discurso contra Pla tras el anuncio de la moción de censura del socialista

La flema que aparentaron los populares valencianos el pasado sábado tras conocer la intención del líder del PSPV, Joan Ignasi Pla, de presentar una moción de censura contra el Consell de Francisco Camps, dio paso ayer a la irritación mal contenida. El consejero portavoz, Vicente Rambla, y el vicesecretario general, Ricardo Costa, endurecieron el tono de las descalificaciones a Pla, dejando que la secretaria general del PP, Adela Pedrosa, se limitara a exponer el argumentario habitual sobre los problemas del agua. El PSPV consideró que debía descansar y no dijo nada.

Los portavoces del PP no se anduvieron con chiquitas a la hora de poner en solfa al secretario general del PSPV después de que éste anunciara la presentación de la moción de censura. Si el sábado fueron el presidente Camps, el portavoz del Consell, Vicente Rambla, y el del grupo parlamentario, Serafín Castellano, los encargados de criticar a Ignasi Pla por su iniciativa, ayer volvió a golpear el vicesecretario general del PP, Ricardo Costa, en ausencia de la secretaria regional de los populares, Adela Pedrosa, reducida al recitativo sobre la política hídrica del Gobierno de Zapatero.

Costa, primero, "lamentó la desesperación de Joan Ignasi Pla"; a continuación, le arreó candela: "Discurso disparatado", "falta de discurso", "irreflexivo", "amortizado", "habla quien más tiene que callar", "tiene a la mitad de su partido de uñas", "ha tenido el peor comienzo de curso posible", "no se sabe su postura sobre los principales temas que preocupan a la Comunidad Valenciana", "no tiene alternativa alguna", y concluyó pidiendo al secretario general de los socialistas valencianos "que no haga perder ni un minuto a los valencianos y que presente la moción [de censura] el lunes (por hoy), ya que si no tiene el discurso de defensa de la moción no es culpa de los ciudadanos ni del PP".

No estuvo solo Ricardo Costa en sus invectivas contra Pla. Vicente Rambla le secundó con idénticos argumentos. El portavoz del Consell se quejó de que al dirigente socialista "sólo le preocupe el Partido Popular y no los problemas de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana". El consejero, al contrario que su compañero Costa, no lamentó la "desesperación" de Pla, sencillamente constató que la oposición es "débil" y está "desesperada" y es capaz de utilizar "cualquier instrumento o alianza con la única intención de alcanzar su propio interés, que es el Gobierno de la Generalitat".

El egoísmo de la oposición encuentra su contrapunto, según Rambla, en el trabajo y el compromiso del presidente Francisco Camps, centrado "en los problemas que preocupan a los ciudadanos: inseguridad, falta de agua, inmigración, viviendas o servicios sociales", y afanado en "buscar soluciones o reclamárselas al Gobierno [de Rodríguez Zapatero], en la medida que son de su responsabilidad".

Para demostrar hasta qué punto es cierto el compromiso del PP con la ciudadanía, surgió el portavoz parlamentario Serafín Castellano, quien proclamó que el grupo popular iba a presentar en las Cortes Valencianas durante la primera quincena de septiembre numerosas iniciativas legislativas "muy potentes", entre ellas la Ley de Régimen Económico Matrimonial, "la primera de las tres leyes forales", e impulsar la reforma del Reglamento de las Cortes.

Adela Pedrosa lamentó el "silencio" de Pla ante la "embestida" del Gobierno "contra la llegada del agua".

Por su parte, la coordinadora de Esquerra Unida, Glòria Marcos, insistió en su ya conocida posición de que la alternativa política que presente Pla sólo sera creíble si cuenta con el apoyo de EU y eso, a su juicio, "pasa por un programa realmente alternativo", basado en una moratoria urbanística.