Revolución editorial
LA EXPLOSIÓN internacional del best seller español ha provocado una revolución en el mundo editorial. Para empezar, es una veta literaria que se refleja en el número de manuscritos que reciben las editoriales; si antes era uno de cada diez, ahora son seis o siete.
"El fenómeno nos ha cogido por sorpresa y nos ha obligado a reestructurar departamentos y a crear otros", cuenta David Trías, de Random House Mondadori, uno de los grupos más grandes que hay en España. Por ejemplo, han creado el Departamento de Derechos Internacionales para asesorar a escritores y vender sus obras en el extranjero. También han modificado sus estrategias de promoción, ahora más acordes a cada autor, y promueven más los encuentros entre ellos y los distribuidores y libreros.
Con respecto al mercado mundial, la posición española es más fuerte, asegura Cristina Mora, jefa del Departamento de Derechos Extranjeros de Planeta, otra de las editoriales potentes. "Ahora los editores miran con más atención la edición en castellano", afirma. Incluso "los libros ya se venden a otro idioma incluso manuscritos, y en condiciones económicas nada desdeñables".
En cuanto a la conquista de lectores, el libro es tratado, cada vez más, como un espectáculo y se promociona como el cine y la música. Empiezan con un precalentamiento publicitario antes de su salida, entrevistas, ruedas de prensa o viajes con el autor. "Esto se está profesionalizando poco a poco", asegura Trías, y añade: "Buscamos ser atrevidos y agresivos y apoyar el lanzamiento desde todos los frentes posibles incluido Internet y las páginas web de los autores para crear un contacto con el lector"
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