Burriel cree que el pacto propuesto por Territorio sólo busca maquillar su política
Los socialistas reclaman a González Pons que paralice los proyectos de dudosa legalidad
El secretario de Territorio y Vivienda del PSPV, Eugenio Burriel, descalificó ayer la propuesta pacto del consejero Esteban González Pons. Burriel señaló que sólo pretende distraer la atención e intentar maquillar la desastrosa política urbanística del PP. Para Burriel, si González Pons quiere un pacto puede empezar por advertir a los ayuntamientos que no autorizará la reclasificación de suelo rústico en urbanizable si no está previsto en los plantes generales de ordenación.
"Tras un año de fracaso y tres meses de política sandía [así la definió el consejero en su toma de posesión, roja por dentro y verde por fuera], ahora asistimos al plan Pons de maquillaje en nueve meses, que es lo que falta hasta las elecciones", prosiguió Burriel. "Sólo hemos visto palabras y palabras y una nueva maniobra de distracción para intentar que los ciudadanos no vean el desastre urbanístico", aseguró.
"Si González Pons quiere un acuerdo, tiene que ser obras y no con palabras", sentenció el portavoz socialista. Para el PSPV, la Consejería de Territorio debería enviar una nota a los ayuntamientos advirtiendo de que no aprobará PAI que reclasifiquen suelo rústico que no esté previsto en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU); explicar que no van a prosperar planes megalómanos a la medida de determinadas empresas y paralizar aquellos proyectos irracionales de dudosa legalidad. Burriel citó como ejemplos los PAI que se tramitan en Cullera, en Alicante, en Xixona, en Catarroja, Torrevieja, Altea y Burriana, entre otros.
Para el portavoz socialista, el consejero debería decir cuáles son los límites del desarrollo sostenible y dejar claro que piensa restaurar la legalidad. Burriel se quejó de que Territorio no se atreve a enfrentarse con los fuertes y sólo plantea medidas ejemplificadoras con los pequeños municipios de interior o con ayuntamientos gobernados por otros partidos.
En este contexto, el secretario de Territorio del PSPV sugirió al Consell que intente no aprobar los PAI que no tengan informes favorables de la Confederación Hidrográfica del Júcar en materia de abastecimiento de agua o bien que disuelva las empresas mixtas que montó Rafael Blasco con promotores y constructores privados. "Donde se demuestra la voluntad es cuando el plan de destrucción del litoral se sustituye por otro de protección de lo que queda en primera línea de costa y lo algo que queda en la segunda línea de litoral", manifestó Burriel convencido de que "por mucho maquillaje sandía, los populares han demostrado que no quieren un cambio de política".
En opinión de los socialistas, el último año de gobierno del PP ha supuesto "un desastre urbanístico en la Comunidad Valenciana". Un suspenso que, en su opinión, no ha puesto sólo la oposición, sino las instituciones europeas, la opinión pública, los organismos de la Generalitat y las propias patronales. "El territorio ha sufrido una cementación acelerada, se ha perdido la reputación y se ha creado inseguridad jurídica", explicó Burriel, que añadió: "Como muestra evidente de este fracaso, el consejero Rafael Blasco ha tenido que ser cesado, igual que el gerente del Instituto Valenciano de la Vivienda". El portavoz socialista afirmó que ya Blasco intentó hace un año sacarse el mismo conejo de la chistera que intenta ahora sacar González Pons. "Un pacto que, en su opinión, lo solucionaría todo. Ese pacto con la política del PP no es creíble. Harían falta pruebas fehacientes. Arrepentimiento y propósito de enmienda", recalcó el socialista.
Las manifestaciones de Burriel fueron contestadas por el secretario regional de Política Autonómica y Local de los populares valencianos, César Augusto Asencio, que acusó a los socialistas de "disfrazar la realidad urbanística a su conveniencia para arremeter contra el PP". Asencio se preguntó que quiere decir Burriel al hablar de urbanización masiva cuando "el suelo protegido en la Comunidad Valenciana durante esta legislatura es superior en un 2.500% al reclasificado, es decir, 66.500 hectáreas protegidas frente a 2.490 hectáreas reclasificadas".
Por otra parte, la secretaria autonómica de la Consejería de Territorio, Cristina Serrano, aseguró ayer que el tejido urbano compacto ha crecido en la Comunidad Valenciana un 19,6% en la última década, lo que supone que es la autonomía con mayor crecimiento. Según Serrano, este modelo urbanístico es el "menos consumidor de recursos escasos como agua, suelo o energía". Según los datos utilizados por la Consejería, en la última década se ha pasado de 23.381 hectáreas de suelo urbanizado compacto a 27.793, lo que supone un incremento del casi el 20%.
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