Reivindicaciones
S.O.S., Houston, tenemos un problema. Quinto día y estoy ya muerto. Algo va mal. Bueno, que nadie lo tome al pie de la letra que a veces soy un farsante, y creo que ésta es una de ellas. Más que muerto, ahora mismo estoy molido; la etapa ha sido muy dura -al menos para mí-, tanto por el recorrido como por el calor. Prueba de ello son mis pies, que aún habiendo pasado ya más de una hora desde que crucé la meta, aún continúan en el punto de ebullición. Y a ello se ha unido el ritmo al que nos han llevado los daneses del CSC; un ritmo torturador que no nos ha dejado ni siquiera disfrutar del paisaje; y eso que hoy era un día que lo merecía, pero no, aquí hemos venido a correr, no a hacer turismo. Por mucho que nos pese a algunos.
Curioso deporte el ciclismo y lo que le rodea, él y sus circunstancias al modo orteguiano, unas circunstancias muy convulsas últimamente, por cierto. Siempre ha sido un deporte colaboracionista con las reivindicaciones, a veces a nuestro pesar. Más incluso con las de los demás que con las nuestras propias. Cualquiera se puede acercar a la carretera con una pancarta mostrando su reivindicación. Todos la verán, unos pocos repararán en ella y ya el sumum será si la cámara de televisión la enfoca y se puede leer incluso desde casa.
Ayer abundaron. Estábamos en las tierras de Heras, el innombrable, el ganador de cuatro de las últimas ediciones de esta carrera, y desposeído de la última por un positivo por EPO. Muchos de sus paisanos le recordaban en sus pancartas. A mí la que más me llamó la atención fue una que decía: "Una Vuelta sin Heras es como una bicicleta sinruedas". Así, con rima y todo. La vida sigue, mal que les pese a algunos, y aquí ni yo ni nadie somos imprescindibles, es lo que me vino a la cabeza.
También pasamos por un pueblo (Puerto de Béjar) y varios vecinos portaban carteles en los que pude leer una pregunta: "¿Dónde está Carmen?" Yo me quedé un poco paralizado, la verdad. Ni sé dónde está ni que le ha pasado, es más, ni siquiera sé quién es Carmen. Txente me dijo que sería alguien que ha desaparecido, puede ser. No sé si escribiendo esto puedo ayudar en algo a Carmen. Me alegraría, aunque lo dudo.
También había reivindicaciones ofensivas, que caían en el insulto; no seré yo quién les dé más coba. Si a alguien le apetece ir a ver una carrera ciclista para insultar, yo le recomiendo que se quede en casa, será mejor para él y también para todos.
Pero sin duda la gran reivindicación del día fue la del ganador de la etapa. El año pasado ganador del Pro-Tour y este año poco que reseñar hasta ahora. Di Luca sigue vivo. No lo dijo ninguna pancarta, lo dictó la subida a La Covatilla.
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