Fraga alerta a los populares gallegos frente a los "traidores" que pueden dividir el partido
El Partido Popular gallego vive bajo el síndrome de la persecución y llama a la resistencia de los suyos. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, sostuvo ayer en Ribadumia, entre grandes aplausos, que su partido es "víctima de una campaña innoble, antidemocrática y totalitaria" que les coloca como inspiradores de los incendios de este verano en la comunidad autónoma.
"Se unirán todos contra nosotros", auguró el líder del partido, Mariano Rajoy. "Vamos a resistir", concluyó Núñez Feijóo.
Pero el más claro sobre la situación del PP gallego fue el ex presidente autonómico y actual senador Manuel Fraga. En su más puro estilo histórico, retomó la figura del conde Don Julián para sentenciar ante los suyos: "Nunca en Europa hubo una elección tan democrática como la de Feijóo. Todo el que divide a un partido es un traidor. Hay que recordarlo en estos momentos. Ya han comenzado las elecciones de candidatos. Yo os pido acuerdos que impidan las traiciones y esos grupos independientes que algunos quieren crear. No se puede llorar por ahí como lloran algunos".
No estaban para escucharle los más probables aludidos, Xosé Cuiña y Francisco Cacharro, ex hombres fuertes del partido en Pontevedra y Lugo.
Los populares gallegos temen que al menos el primero de ellos tenga intenciones de formar un grupo independiente de cara a las próximas elecciones municipales.
Enfrascado en la defensa a muerte de su partido, Alberto Núñez Feijóo se olvidó del hundimiento del petrolero Prestige y dijo que los incendios de este verano en la comunidad autónoma suponen "la mayor catástrofe medioambiental en Galicia".
Fraga directamente se olvidó de Chernóbil y dijo que era "la mayor catástrofe ambiental de la historia de Europa".