La limitación de uso y la protección de las playas divide a los ediles del PP de Benidorm

Entre los responsables políticos de Benidorm existen dos posturas diferentes sobre el uso que se le puede dar a las playas. Por un lado, los que quieren que el pueblo disfrute de ellas sin restricción. Por otro, los conservacionistas que pretenden primar la sostenibilidad de este recurso natural, que también lo es económico. La edil de Playas, Josefa Pérez, se encuentra entre este segundo grupo, que es mayoritario, y ha sido la más activista a la hora de obligar a que se respeten las ordenanzas municipales que impiden el acceso de animales y otros usos que pudieran ensuciar el espacio.

El año pasado se prohibió a una comparsa de las fiestas de Moros y Cristianos acceder a caballo a la playa para escenificar uno de los actos más importantes, el Desembarco. Los miembros de la filà no participaron en las fiestas en señal de protesta. Además, Benidorm es uno de los pocos municipios del Mediterráneo que impide que se enciendan fuegos en la noche de San Juan. Para evitar ensuciar la arena este año, el Ayuntamiento prohibió que el castillo de fuegos artificiales de Hogueras se lanzara desde la playa. Al igual que en los Moros y Cristianos, los festeros mostraron su malestar.

"Todos lo saben porque yo misma se lo expliqué. Vamos a ser muy escrupulosos en el cumplimiento de la normativa. Tenemos que cuidar las playas", justifica Pérez. La dureza de sus planteamientos contrasta con el punto de vista de varios miembros del equipo de gobierno del Partido Popular. El año pasado, algunos de ellos intentaron que el pistoletazo de salida del festival musical BM05 se hiciera con un gran concierto en la playa, con el apoyo de las asociaciones de Discotecas, bares y restaurantes. Josefa Pérez lo frenó.

En un entorno con un gran desarrollo urbanístico, las playas de Benidorm quieren ser un ejemplo de sostenibilidad. Los 5,3 kilómetros de arena cuentan con un Sistema de Gestión Integrado (SGI) de acuerdo con las normas ISO 9001/2000 y 14001/2000. El citado sistema permite controlar todos los aspectos ambientales, seguir las actuaciones diarias y la legislación, tratar las quejas y sugerencias, detectar y subsanar anomalías y controlar la seguridad. Más de 150 personas trabajan para conseguir una gestión sostenible del litoral,

Las playas de Benidorm no han sido una excepción a la regresión que ha sufrido la costa española. En los años 80, la playa de Poniente sufrió una pérdida importante de su superficie. Cada año se realizan cuatro mediciones, 17, en puntos de referencia de cota de línea de agua en la playa de Levante y 27 en la de Poniente. Desde octubre de 1994 a enero de 2005 se ha perdido arena en la zona del Parque de Elche, pero se ha incrementado en La Cala, lo que da un resultado de 7,22 metros de ganancia media. En Levante se han ganado 6,10 metros. "Estos datos son, junto al aval de los turistas que repiten, el reconocimiento a un trabajo bien hecho", sentencia Pérez.