La elaboración de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana reabre el conflicto interno del PP de Benidorm
El anuncio realizado por el alcalde de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, de estudiar la posibilidad de revisar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Benidorm ha reabierto una nueva crisis entre en el seno del PP local. La presidenta de la agrupación local del PP, Gema Amor, uno de los baluartes del sector zaplanista del partido, es contraria a cualquier modificación del ordenamiento actual. La posición de Amor sigue la estela de la postura que siempre mantuvo el anterior alcalde, Vicente Pérez Devesa, que falleció cuando ocupaba el cargo el pasado mes de marzo.
La presidenta de la agrupación local ya ha mostrado su oposición a que el equipo de gobierno municipal emprenda acciones encaminadas a modificar la actual situación urbanística. Amor cuenta en el seno del grupo municipal con el apoyo de tres concejales fieles a Pérez Devesa, que son liderados por el primer teniente de alcalde, Salvador Moll. Este grupo desconfía del primer edil y de las influencias que atribuyen a varios grupos promotores inmobiliarios, interesados en construir en la ciudad.
El cambio de postura del alcalde Pérez Fenoll coincide con el acercamiento a la edil de Sanidad, Ángela Barceló, que con el apoyo de los campistas obtuvo el 42% de los votos en las elecciones a la presidencia del PP celebradas en febrero en las que Amor se hizo con el cargo. Barceló se ha mostrado partidaria de que sea Pérez Fenoll y no Amor quien encabece la lista electoral en las próximas elecciones municipales.
La capital turística de la Costa Blanca celebra este año el 50 aniversario de su primer PGOU, el primero de todo el país que abarcaba la ordenación de todo el término municipal.
El plan vigente data de 1990 y está obsoleto. Cumplidos 16 años desde su aprobación ya se han colmado todas las previsiones con la excepción del desarrollo de la zona de Armanello (unos 5.560.000 metros cuadrados), que ha sido adjudicado a la promotora Armanello Milenium (participada por los grupos Ballester y Ortiz), pero que está paralizada por varios litigios judiciales. El resto de sectores urbanos ya se han desarrollado o lo están haciendo con excepciones insignificantes.
Presión de los promotores
La presión de los promotores inmobiliarios sobre el consistorio para recalificar terrenos ha sido constante durante los últimos años, una vez agotado el planeamiento previsto en 1990. Sin embargo, hasta el momento habían chocado una y otra vez con la firme determinación de Pérez Devesa, quien apostó por concentrar en el litoral las construcciones y mantener virgen el área interior hasta las faldas de Serra Cortina.
Hace apenas tres años, en septiembre de 2003, el PP rechazó recalificar dos millones de metros en el Saltet, la zona de la huerta de acuerdo con la postura del anterior alcalde.
Fuentes cercanas a Pérez Fenoll defienden ahora la necesidad de habilitar nuevos espacios de desarrollo urbano ante la demanda de vivienda existente desde un concepto global y no parcheando la actual situación. En cualquier caso este proyecto no se desarrollaría hasta una vez pasadas las próximas elecciones municipales, que deben celebrarse el último domingo de mayo de 2007.
El grupo municipal socialista también es partidario de elaborar un nuevo plan general para actualizar el ordenamiento de la ciudad.
La redacción de un nuevo planeamiento urbanístico esconde múltiples intereses económicos en la ciudad que afloran en el trasfondo de la división del PP.Los grandes terratenientes del pueblo y los pequeños propietarios esgrimen posturas enfrentadas que se reflejan a través de sus vínculos familiares y de partido.
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