"Hace falta un gran pacto político para los proyectos de país"
Antoni Garrell (L'Espluga de Francolí, 1953) es ingeniero industrial y ha compaginado la actividad profesional en consultoría con la docencia. Actualmente dirige la fundación ESDI y preside el Cercle per al Coneixement, una organización independiente surgida de la sociedad civil que se propone ayudar a situar Cataluña en la economía y la sociedad del conocimiento.
Pregunta. ¿El Cercle per al Coneixement es una versión adaptada al siglo XXI de las sociedades de amigos del país?
Respuesta. Un poco sí. Nos unió la preocupación por el hecho de que las bases económicas que sustentan el desarrollo de España no son las que corresponderían a la novena o décima potencia del mundo. Los políticos se preocupan durante periodos de tres años, el cuarto están en campaña. El mercado tiene objetivos anuales o trimestrales. Quien debe ocuparse de los proyectos que transforman un país a 10 o 15 años es la sociedad civil, pero la nuestra actuaba más como sociedad empresarial. Esto nos llevó a crear el Cercle.
P. Uno de sus objetivos es desarrollar estrategias de innovación. ¿Qué tipo de estrategias?
R. Lo primero es darse cuenta de que a partir de 2000 innovación no es incorporar tecnología. La clave para innovar es la terna ciencia, tecnología y diseño.
P. También se proponen un cambio de cultura empresarial.
R. Basada en tres pilares. Primero, organización: menos jerárquica, más relacional y más creativa; que las ideas circulen. Segundo, entender que los mercados son universales y que no hay suficiente masa crítica en nuestro entorno inmediato. Seis millones es muy poco, el mercado es el mundo y falta internacionalización. El tercero es incorporar la terna ciencia, tecnología y diseño en la empresa.
P. ¿Cómo va este cambio?
R. Mal, porque la economía va bien y a la gente le cuesta entender que hay que cambiar. Se crea empleo, pero de servicios con poco valor añadido. Y crecemos en construcción y en consumo interno, que es muy sensible al endeudamiento.
P. ¿Cuáles han sido las principales propuestas del Cercle?
R. En 2002 publicamos un estudio que identificaba 14 polos de innovación mundiales y las condiciones que un territorio debe tener para desarrollar sectores de la economía del conocimiento. Cataluña reúne todas las condiciones previas y puede desarrollar las que son necesarias. En este escenario, la propuesta más significativa era crear un Parque Catalán del Conocimiento. También se propuso apostar por sectores emergentes en los que podemos llegar a ser referente mundial como las biociencias y el diseño de contenidos culturales.
P. ¿En qué consiste el Parque del Conocimiento?
R. Es una zona geográfica en la que interactúan las empresas, las universidades y la Administración, y donde se puede compatibilizar el desarrollo personal y el profesional.
P. ¿Qué acogida han tenido las propuestas?
R. Diversa. La del Parque del Conocimiento interesó tanto a CiU, que gobernaba en aquel momento, como al PSC. En el mundo empresarial la reacción también fue positiva. El Gobierno tripartito ha estado salpicado de anécdotas, si me permite la expresión, que han impedido abordar proyectos a largo plazo.
P. ¿Cómo ve el futuro del país?
R. Será bueno si sabemos tomar las decisiones adecuadas sin más demora. Tenemos los ingredientes necesarios y la economía funciona. Se trata de aprovechar el momento y aplicar ahora los recursos para transformar el modelo económico.
P. ¿Cómo?
R. Hace falta un gran pacto político para los proyectos a 10 o 15 años vista. Los grandes proyectos hay que plantearlos en clave de país y no en clave local, y no deberían estar al albur de quien gobierne.
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