Los conservadores tendrán mayoría simple en el Parlamento de México

El Congreso mexicano vive una etapa de transición, ya que el conservador y oficialista Partido Acción Nacional (PAN) surge de las pasadas elecciones del 2 de julio como la primera fuerza política en las Cámaras de Diputados, con 206 de los 500 puestos, y de Senadores, en la que tiene 52 de los 128 escaños. Por primera vez en la historia del México moderno, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no domina el poder legislativo.

El PRI, que gobernó de manera autoritaria en México durante 71 años, ocupa ahora la tercera posición en la Cámara de Diputados, con 104 legisladores, por detrás del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que suma 125. En el Senado los priístas son segundos, con 33 lugares, y los perredistas, que conquistaron 29 bancas, terceros. El PRI tiene, sin embargo, la capacidad de convertirse en "la bisagra" de potenciales acuerdos con la derecha o la izquierda.

Según el politólogo Benito Nacif, del Centro de Investigación y Docencia Económica, si el conservador Felipe Calderón es confirmado ganador de las presidenciales, tendrá ante el Congreso "una posición más cómoda" que su predecesor, Vicente Fox, a quien el PRI bloqueó varias iniciativas. Calderón deberá moverse con cuidado, ya que el PAN no tiene una mayoría relativa.

El futuro coordinador de los diputados perredistas, Javier González, dejó ver una luz al final del túnel cuando dijo que tienen "el ánimo de negociar pero no la privatización de la industria petrolera o los recursos naturales, o cobrar el Impuesto al Valor Agregado alimentos y medicinas". Y sobre la eventual llegada de Calderón a la presidencia -que el líder del PRD, Andrés Manuel López Obrador ha adelantado que rechazará con la resistencia civil- el diputado sostuvo: "Nos vamos a conducir de acuerdo con los méritos de las propuestas, no de quien las haga; nos interesa el país y no los personajes".

Juan Camilo Mouriño, encargado de Calderón del traspaso de poderes, ha dicho que la situación en el Congreso, "a pesar de la propia coyuntura, es muy favorable para Acción Nacional y su presidente. Por primera vez somos la primera minoría. Eso nos deja cerca de una mayoría". Según Mouriño, con los 206 diputados que tiene el PAN, necesitan solamente 45 más "para alcanzar la mayoría, y tal como quedó formado el Congreso nos da una amplia gama para alcanzarla". Mouriño cree que es posible llegar a acuerdos con el PRI e incluso con el PRD, pero sobre todo con los partidos pequeños.

Pequeños partidos

Las fuerzas minoritarias se repartieron considerables pedazos del pastel. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM, que jugó en la presidencial con el PRI) tiene 19 diputados, Convergencia y el Partido del Trabajo (aliados del PRD) 17 y 16, respectivamente; Nueva Alianza (progubernamental) nueve, y Alternativa (socialdemócrata) cuatro. En el Senado, los grupos pequeños ocupan 14 escaños.

Sobre el escenario de los legisladores, el politólogo Benito Nacif, cree que si el PRD logra mantener su alianza con el PT y Convergencia, puede intentar -desde una posición radical- boicotear las iniciativas del PAN, pero para ello requerirá de más diputados. Mientras, los panistas deberán negociar con otras fuerzas y marginar al perredismo y sus aliados y buscar el "centro político, que va ser crucial para el PAN".

México vive una crisis postelectoral después de que López Obrador haya desconocido los resultados del Instituto Federal Electoral (IFE), que dan a Calderón como virtual ganador de los comicios de julio pasado, calificados como impecables por los observadores internacionales. Ahora, amenaza con hacer lo mismo con el veredicto del Tribunal Electoral en caso de que confirme a su rival como presidente electo. López Obrador afirma que ha sido víctima de un fraude electoral, pero no ha presentado pruebas valederas ante las autoridades y mantiene un movimiento de resistencia que amenaza con radicalizar en caso de que los magistrados validen los comicios con Calderón como ganador.

El próximo Congreso se instalará el 1 de septiembre, fecha clave en el calendario de batalla postelectoral. Ese día el presidente Fox rendirá su sexto y último Informe de Gobierno ante senadores y diputados, y López Obrador ha anunciado que boicoteará el acto.