Peligra para 2007 la celebración de la Universitat Catalana d'Estiu
El futuro de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE) está en el aire. Este acontecimiento, que pone hoy punto final a su 38ª edición, se enfrenta a una crisis presupuestaria que pone en peligro su continuidad. El rector de la UCE, Joandoménec Ros, dijo ayer que "no está garantizado" que se celebre el año que viene. La universidad subsiste gracias a los balones de oxígeno que le llegan desde la Generalitat en forma de dotaciones económicas. De hecho, el propio Ros explicó que la presente edición estuvo a punto de no celebrarse. El suspense se mantuvo hasta que el pasado 29 de junio el consejero de Presidencia, Joaquim Nadal, se comprometió a avalar financieramente los actos de la UCE.
La Universitat Catalana d'Estiu tiene pendiente resolver el conflicto que mantiene con el Instituto Lluís Vives -que integra a las 24 universidades de habla catalana- por el reconocimiento de los créditos de libre elección a los alumnos universitarios que participan en los cursos de Prada.
También hay buenas noticias. La principal es que el número de alumnos se mantiene, incluso sube. Si el año pasado se acercaron al campus de Prada de Conflent (Francia) 838 personas, este año lo han hecho 846. Eso sí, el número de profesores ha bajado de 353 a 284.
Un año más, Prada se ha convertido en centro de peregrinaje de políticos, excepto del PP. Este fenómeno, a juicio de Ros, representa las dos caras de una misma moneda. "Estas visitas nos van muy bien por la repercusión mediática que suponen", afirmó. Sin embargo, "la gente podría hacerse la idea de que a Prada sólo vienen políticos y no se hace otra cosa". El rector insinuó que le gustaría ver reducida la presencia de políticos, pero inmediatamente tiró de pragmatismo y dijo: "La universitat tiene que cumplir con los numerosos compromisos con las administraciones y entidades que la patrocinan".
