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Reportaje:

Energía limpia, gratis, ilimitada... ¿y con trampa?

Una empresa irlandesa asegura haber hallado una fuente de recursos inagotable

Guillermo Abril

"Imagine un mundo con una oferta infinita de energía. Sin necesidad de recargar un teléfono. Sin necesidad de echar gasolina al coche ". Estas son las palabras de un anuncio de Steorn, una pequeña empresa de Irlanda, que asegura haber descubierto una tecnología capaz de producir energía ilimitada, gratis y limpia: el Santo Grial, el sueño de Leonardo da Vinci.

La publicidad apareció hace seis días en la prestigiosa revista británica The Economist y retaba a la comunidad científica: "Probad nuestra tecnología e informad del descubrimiento al resto del mundo". La empresa pretende formar un panel con 12 físicos -"los más cualificados y los más cínicos", según reza el anuncio- para que dé fe del hallazgo.

El descubrimiento está basado supuestamente en la interacción de campos magnéticos capaces de producir energía de forma constante, ilimitada y sin ningún coste. Así lo aseguran desde Steorn, sin entrar en detalle.

Hasta ahora casi 3.000 personas se han acreditado a través de la página web de la empresa como expertos dispuestos a asumir el reto. Más de 30.000 han solicitado los resultados de las pruebas científicas. Y en la blogosfera el mensaje publicitario ha sorprendido tanto que en sólo cinco días se han creado más de 600 posts -entradas nuevas en un blog- relacionados con el descubrimiento, y se han escrito innumerables comentarios.

¿Se trata de una brillante estrategia de mercadotecnia, similar al Amo a Laura de MTV, que busca el misterio y generar el máximo debate en la Red, o estamos ante una revolución tecnológica que pulveriza el primer principio de la termodinámica, según el cual la energía no puede surgir de la nada? "No es ningún fraude ni una operación comercial. Estamos convencidos del potencial de nuestra nueva tecnología", afirma por teléfono Sean Mc Arthy, jefe ejecutivo y cofundador de Steorn. "Por eso hemos querido constituir un panel de expertos. Si concluyen que nos hemos equivocado, también lo daremos a conocer. Aunque signifique el fin de nuestra empresa", dice.

Los científicos que han querido pronunciarse públicamente sobre la posible revolución la han tachado de estafa sin contemplaciones. Por eso, quizá, en el anuncio del Economist se podía leer: "Todas las grandes verdades comienzan siendo blasfemias". Por si acaso.

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Sobre la firma

Guillermo Abril
Es corresponsal en Pekín. Previamente ha estado destinado en Bruselas, donde ha seguido la actualidad europea, y ha escrito durante más de una década reportajes de gran formato en ‘El País Semanal’, lo que le ha llevado a viajar por numerosos países y zonas de conflicto, como Siria y Libia. Es autor, entre otros, del ensayo ‘Los irrelevantes’.

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