El Gobierno descarta el acercamiento de presos hasta que Batasuna se legalice

La legalización de la izquierda radical abertzale se ha convertido en el nudo gordiano del proceso de paz. Según fuentes gubernamentales, el Ejecutivo tiene perfilado un paquete de medidas penitenciarias que incluye el acercamiento de presos, pero no lo aplicará hasta que Batasuna no acate la Ley de Partidos. O, lo que es lo mismo, hasta que no se desmarque de la violencia y acepte las vías democráticas para el logro de objetivos políticos. El primer encuentro formal entre el Gobierno y ETA aún no se ha producido.

"Si la izquierda abertzale se legaliza, con lo que supone de aceptación exclusiva de las vías democráticas para lograr sus objetivos, el proceso se impulsará", admiten fuentes gubernamentales.

La cúpula de Batasuna había admitido antes del verano acatar la Ley de Partidos mediante la presentación de unos nuevos estatutos y una nueva marca, aseguran las fuentes consultadas, pero en las últimas semanas la presión de las bases y las dudas jurídicas sobre el futuro de sus dirigentes le han llevado a echarse atrás.

Estas últimas se deben a que la ilegalización de Batasuna no sólo fue consecuencia de la aplicación de la Ley de Partidos por el Supremo, sino también de la vía penal abierta por el juez Baltasar Garzón, que suspendió sus actividades en 2002. A juicio de los dirigentes abertzales, no hay garantías de que la legalización de un nuevo partido acabe con sus problemas judiciales.

El Gobierno insiste en que el acatamiento de la Ley de Partidos y la legalización de un nuevo partido es la única vía, ya que Batasuna no existe legalmente.

Por otra parte, la fiscalía de la Audiencia Nacional indicó ayer que no aprecia motivos para prohibir la manifestación por la autodeterminación convocada el jueves en Bilbao, en contra de la pretensión del PP.