"Me encanta el humor surrealista, el absurdo"
Paz Padilla (Cádiz, 1969) decidió en 1994 finalizar su carrera como enfermera para estrenarse como humorista en Genio y figura (Antena 3). Desde entonces se ha convertido en uno de los rostros habituales como avala su paso por Crónicas marcianas, Esos locos bajitos, Mis adorables vecinos. Ahora presenta en TVE-1 Hasta que la tele nos separe (lunes, 22.00), un concurso en el que recién casados compiten por un viaje de luna de miel.
Pregunta. Usted era enfermera, ¿cómo dio el salto a la televisión?
Respuesta. No di ningún salto, me empujaron. Acompañé a mi cuñado a un casting para Genio y figura y se empeñó en que lo hiciera yo también. A la semana siguiente me llamaron. Entonces iba con mucho desparpajo y poca vergüenza, ahora soy más comedida. Creo que les sorprendió mi frescura, mi espontaneidad. Ése es mi secreto, que soy como soy y no me siento cohibida ante nada.
P. De eso hace ya más de diez años, y en este tiempo ha acumulado una buena experiencia en televisión. ¿Qué hace falta para que un proyecto la ilusione?
R. Me gusta aprovechar el momento, si me sale una buena oportunidad, lo hago sin pensármelo porque me permite evolucionar. Hasta la que la tele nos separe es un pasito más hacia el tipo de televisión que me gustaría hacer.
P. ¿Y cuál es ese programa que tiene en mente?
R. Me gustaría presentar un show. En España lo de showwoman no se ha visto mucho, porque las cadenas apuestan por los hombres, pero Eva Hache con Noche Hache en Cuatro ha ido abriendo camino, y yo espero tener un huequecito. Soy la fan número uno de Buenafuente, pero hay que dejar paso también a las mujeres.
P. Eso de que "la tele nos separe" ¿puede llegar a producirse?
R. Espero que no, aunque en más de un matrimonio seguro que ha metido baza. Yo nunca como con la televisión puesta porque me incomunica con mi hija. Así, aunque me diga que salgo, la apago.
P. Y para salir ganador del concurso ¿hay que ser una pareja bien avenida?
R. Hay que ser rápido, tener cultura general y ganas de pasárselo bien, pero todos ganan porque hay premios compensatorios. Todos se llevan dinero menos yo.
R. Después de interpretar monólogos en el teatro y participar en televisión, ¿qué diferencias ve entre ambos escenarios?
R. El humor en la televisión es todo un poco surrealista porque tienes que hablarle a un agujero, no ves ni al cámara. Es un poco frío, y en parte ayuda porque si los chistes no gustan no pasa nada. En el teatro, en cambio, la respuesta del público es más directa y las obras no se queman por muchas representaciones que hagas. La televisión es un medio en el que tienes que estar constantemente creando, por eso es un trabajo tan exigente para los guionistas.
P. ¿Y qué tipo de humor es el que le gusta?
R. Me encanta el surrealista, el absurdo. Me encanta Gila o Pepe Rubianes porque son rebuscados para llegar al chiste. El llamado humor inteligente catalán también me gusta, sobre todo si está combinado con el andaluz. Pero lo más importante no es hacer clasificaciones, porque mientras exista humor yo creo que seguiremos viviendo.
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