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La fiscalía británica procesa a 11 personas en relación con la trama para derribar aviones en vuelo

La fiscalía británica presentó ayer cargos contra 11 personas por su presunta implicación en la trama terrorista para derribar aviones en vuelo que las fuerzas de seguridad británicas abortaron el pasado día 10. Scotland Yard cree haber identificado a ocho principales cabecillas de la célula, a los que acusa de conspiración de asesinato y preparación de actos de terrorismo. Otros tres jóvenes, entre ellos una mujer, deberán responder por delitos de colaboración. Otra mujer quedó en libertad tras permanecer 12 días bajo custodia policial.

Los acusados serían los principales implicados en la abortada trama. Entre ellos está Umar Islam, quien renegó de su nombre de pila británico, Brian Young, al convertirse al islam. La mujer imputada es Cossar Ali, esposa de uno de los supuestos cabecillas, a quien la fiscalía acusa de ocultar información desde el 1 de enero de 2005 al 10 de este mes, con la que se podría haber prevenido un acto de terrorismo. Madre de un bebé, Ali fue detenida junto con su marido, Ahmed Abdulah Ali, en el este de Londres en la madrugada del 10 de agosto.

Pese a los avances en la investigación, la policía aún retiene en comisaría a 11 individuos sobre los que podría solicitar una nueva prórroga para que sigan bajo detención policial.

En una rueda de prensa convocada por la responsable de la fiscalía y el número dos de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, Peter Clarke, se dieron a conocer vagos detalles de las pruebas en las que se basan las acusaciones anunciadas. Por una parte, los servicios de inteligencia recopilaron, antes del 10 de agosto, y según Clarke, "grabaciones de audio y vídeo de significativa importancia". En los 12 días transcurridos desde las redadas en Londres, Birmingham y High Wycombe (Buckingham), la policía ha registrado 69 viviendas, oficinas, locales comerciales, vehículos y zonas campestres. Fruto de estos registros se han requisado 400 ordenadores, 200 teléfonos móviles y 8.000 soportes de almacenamiento informático de datos, como CD, DVD y memorias electrónicas. De los ordenadores, dijo el jefe de Scotland Yard, "hemos recabado 6.000 gigabytes de datos". "Todos estos datos", añadió, "serán analizados".

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