La familia no está en crisis
Las últimas encuestas demuestran que una de las instituciones más valoradas por la juventud es la familia. No es de extrañar, pues no hace falta que ningún psiquiatra famoso nos recuerde, aunque muchos de ellos lo hayan hecho, que la observación por parte de los hijos del amor que sus padres se tienen y manifiestan, contribuye decisivamente a un desarrollo armónico y a la buena salud mental de los mismos. Y cualquier educador con experiencia puede corroborar que los malos tratos y las rupturas familiares condicionan el rendimiento escolar de los hijos.
Es lógico, por tanto, la alta valoración que los jóvenes tienen de la familia ya que, aunque sean también hijos de nuestro tiempo, no son tontos y perciben la gran influencia de la misma en todo lo bueno que ellos tienen. También en lo malo; por eso lo que ellos concretamente valoran son las familias unidas en las que hay amor, cariño, comprensión y exigencia. No es cierto por tanto que la familia esté en crisis; lo que está en crisis son las familias desestructuradas y rotas; o lo que se ha dado en llamar otras formas de familia.
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